La cumbre del escándalo mediático hollywoodiense ha sido destronada. El juicio de Johnny Depp y Amber Heard ha pasado a segundo puesto siendo adelantado por otro de los matrimonios más famosos de la industria del cine norteamericana: Angelina Jolie y Brad Pitt.
La actriz ha declarado en los tribunales de Los Ángeles que fue víctima, junto con sus hijos, de un episodio de agresión por parte del que entonces era su marido. Lo sucedido tuvo lugar el 14 de septiembre de 2016 en un avión privado que transportaba a la familia a California desde Francia, país en el que se encuentra el viñedo que protagoniza la disputa judicial.
"Pitt agarró del cuello a uno de los niños y dio una bofetada a otro en el rostro" y "tomó a Jolie de la cabeza mientras la sacudía", detalla el texto, además de afirmar que el actor "en un momento dado, vertió cerveza sobre Jolie; en otro, vertió cerveza y vino tinto sobre los niños".
Esta disputa propició el fin de 12 años de relación entre las celebridades, dos de ellos como marido y mujer, y marcó el inicio de un agrio proceso de divorcio y una dura batalla por la custodia de sus seis hijos.
La demanda ha sido presentada como respuesta a una acción judicial emprendida por Pitt a finales del año pasado por la venta de su participación de su antigua bodega francesa, llamada Château Mirava, a una filial del Grupo Stoli sin contar con su consentimiento. Ante esto, la defensa de Jolie alega que la directora vendió su participación a través de la empresa Novuel cuando su exmarido le propuso "condicionar el acuerdo" con una cláusula de confidencialidad que no fue aceptada. Según el relato de la actriz, en este acuerdo él le pidió su firma para no revelar detalles sobre "el abuso físico y emocional" hacia ella y sus hijos, lo que motivó un total y definitivo distanciamiento por parte de la estrella.
Asimismo, la demanda asegura que el presunto maltrato fue investigado por un agente del FBI como un presunto abuso de menores, pero las autoridades decidieron no presentar cargos penales contra Pitt y cerrar el caso el mismo año que el divorcio de los dos ídolos de Hollywood.
Esto fue así, en parte, porque "las partes acordaron que los cargos criminales no se perseguirían en este caso debido a varios factores", señala el documento de la agencia de investigación federal. Entre estos factores estaba la preocupación de Jolie por las consecuencias que podría tener una explosión mediática para la protección de sus hijos. Sin embargo, el informe emitido por el agente concluye "que el Gobierno tenía una causa probable para acusar a Pitt por delitos federales por su conducta de ese día".
El jugoso Château Miraval
En el epicentro de la pelea entre los oscarizados actores está el Château Miraval, una mansión en la localidad de Correns, corazón de la Costa Azul francesa. Este terreno de casi 500 hectáreas ha sido el escenario de muchas historias del mundo del espectáculo como Pink Floyd o Sting y Muse, así como para la propia boda de Jolie y Pitt.
Brangeliana, shippeo por el que se conocía a la pareja, comenzó a comprar acciones de este viñedo en 2008 con la idea de aprovecharse del rosé orgánico Miraval que producía la compañía y con el fin de heredarlo a sus seis hijos: Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne.
A pesar de que la familia es bastante numerosa, la lujosa residencia se les seguiría quedando grande, pues solo en su edificio principal cuenta con 35 habitaciones. Además, cuenta con una gran cantidad de espacios de entretenimiento como un spa, gimnasio, un par de de piscinas, un cine privado, una sala para jugar videojuegos, una pista para hacer bicicleta de montaña y un helipuerto.