La mala relación entre vecinas puede dar lugar a todo tipo de situaciones, como la sufrida por Dorothy Urquhart, una anciana escocesa de 73 años que contó en los tribunales el disgusto que se llevó al encontrarse un consolador sucio y usado en el buzón de su casa, según informa Metro.
Desde un primer momento la señora tuvo una sospechosa clara: su vecina, Jennifer Raeside, de 33 años. "No sabía lo que era, así que llamé a mi hijo. Cuando vino llamamos a la Policía. Cuando me dijeron lo que era, me molestó", declaró Dorothy.
La mujer llevó a Raeside a los tribunales ya que tenía instaladas cámaras de vigilancia y se apreciaba a su vecina bajar las escaleras el mismo día en el que ocurrieron los hechos. El abogado de Raeside, Dewar Spence, espetó que ella solo había ido a tirar la basura, alegando que habría sido otra persona quien hubiera puesto el juguete sexual en el buzón.
Juicio truncado
Lo que escuchó el tribunal fue el relato de una relación que había comenzado bien, pero que se deterioró cuando Dorothy decidió quejarse del ruido que hacía la joven, que vive en el piso de arriba. Por ello, Raeside habría decidido poner el broche de oro con una venganza de lo más particular y en forma de vibrador. .
Sin embargo, el caso se detuvo en mitad del juicio: Dorothy no había llevado aquel vibrador como prueba, por lo que no podían continuar. "Estoy muy decepcionada por lo que sucedió en el juicio", aseguró, después de que se anunciara que no habría más procedimientos y se declarara a Raeside como inocente.