Pina Conrotto, una mujer italiana de 75 años, tomó una medida muy drástica cuando un fontanero decidió no hacerle una factura.: secuestrar al hombre que acudió la semana pasada a instalarle la caldera en su domicilio en Chieri, en la provincia de Turín.
Nuestra protagonista ha concedido una entrevista a la Repubblica, un periódico muy popular en Italia. En ella, asegura que no se arrepiente y que volvería hacerlo si tuviese la oportunidad. La anciana explica que el fontanero se negaba a hacerle un recibo y tuvieron una fuerte discusión. Entonces, salió de su propia casa y dio un portazo encerrándolo.
El fontanero, mientras tanto, asegura que tenía la intención de facturar todo el trabajo, pero cuando hubiese finalizado. Sin embargo, la anciana no cree esta versión, dice que no obtuvio el justificante cuando lo solicitó y se reafirma en todo lo que hizo.
El encierro
El fontanero estuvo encerrado durante 40 minutos. El profesional tuvo que llamar a la hermana de la dueña del piso y ésta, a su vez, llamó a la Policía para conseguir abrir la puerta.
Por fin, ella con la mediación de los carabineros, consiguió la ansiada factura y además dice que está contenta con su reacción.
Fui peluquera cuarenta años y desde que nos obligaron a hacer factura nunca he fallado
Eso sí, consiguió cabrear a alguien: A su hermana. Tendrá que pedirle perdón porque estaba muy enfadada con su hermana, la señora Conrotto por culpa de su impulsivo carácter por lo que podemos intuir que no es la primera vez que sucede algo así.
