Una mujer de 85 años que acudió a vacunarse contra el coronavirus en un centro médico del distrito de Iztapalapa, en la Ciudad de México (México), aprovechó la visita para liberarse de la pesadilla que estaba viviendo.
Cuando le tocó el turno de recibir el pinchazo, entregó una carta al enfermero en la que pedía auxilio: estaba siendo secuestrada por su hija y su yerno. Así lo ha certificado la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC), que comunicó que la pareja fue detenida tras lo ocurrido.
Oficiales de la #SSC atendieron una denuncia por posible maltrato a una adulta mayor y detuvieron a una pareja, en la @Alc_Iztapalapa. https://t.co/jFszRc22m4
— SSC CDMX (@SSC_CDMX) April 4, 2021
La carta de la mujer, difundida en varios medios de comunicación, decía lo siguiente: "Ayúdenme, por favor, que estoy secuestrada por mi hija y su esposo. Tengo un año aquí encerrada y no me dejan salir ni en la puerta de la casa... Les pido que me saquen de aquí por favor".
#Investigan en México ???????? el caso de una anciana que entregó una nota de auxilio al enfermero que la vacunaba para escapar del secuestro de su hija y su yerno
— Radio Caracas Radio (@RCR750) April 8, 2021
La mujer aprovechó que sus captores la dejaron sola en el momento de la vacunación para darle la carta a la enfermera. pic.twitter.com/iZLqhrVwAa
Ambos fueron puestos en libertad, pero la mujer ya no vive con ellos por orden de la policía
La mujer había acudido al centro de vacunación en compañía de los supuestos secuestradores, momento en el que aprovechó para entregar discretamente la carta al enfermero. Posteriormente, tras leer el escrito, alertó a los agentes de policía, que procedieron a poner a la mujer en resguardo y en un lugar seguro.
Sin embargo, la hija de la anciana, una mujer de 39 años, así como su marido, de 59, fueron puestos luego en libertad. La presunta víctima posteriormente afirmó que le "tratan bien, alimentan y dan sus medicamentos, pero no sale a la calle".
Un médico también examinó su cuerpo y comprobó que no tenía lesiones corporales, además de haber asegurado que no fue víctima de maltrato. Sin embargo, pidió a los agentes no volver al hogar donde había vivido hasta la fecha y pasar a residir con alguna de sus otras hijas, quedando bajo el cuidado de alguna de ellas. La policía, mientras tanto, continúa investigando los hechos para conocer todos los detalles.