Suena lejano ya el 22 de diciembre, más de dos meses y el futuro político español sigue siendo incierto. Baile de despachos, baile de acuerdos, las cuentas siguen sin salir en el pactómetro de Ferreras, y los gatos se apoderan de Los Replicantes en el seguimiento del discurso de Pedro Sánchez. Más de cuarenta páginas de discurso de investidura que analizamos en base a la frecuencia con la que ciertos temas salieron a relucir.
Arrancó su presentación con un fulminante: "Es tiempo de cambio, de diálogo y, ojalá, también de acuerdo. Hoy no estamos en campaña electoral", así que ya lo dejó claro desde el minuto uno. Sánchez está al sálvese quien pueda, al pescar en río revuelto, y al Gobierno, Gobierno, Gobierno y Gobierno. El tono queda claro y el programa electoral ya está en la papelera, pero ¿qué es lo que se ha dejado por el camino? ¿Cuáles son los temas que como autoprocalamado socialista es "indecente" que se haya dejado en el tintero?
¿Qué es la nube del discurso?
Analizamos el discurso de Sánchez y hemos creado una enorme nube de etiquetas con los temas más recurrentes. Los grandes, los que hoy tiene en mente el que quiere calentar la silla de Presidente: "Gobierno", "cambio" y "acuerdo". Esos eran los que cabía esperar, pero vamos a pegarle la vuelta a la tortilla, ¿cuáles son los temas que el socialista se ha dejado por el camino?
Con el Partido Socialista Obrero Español es muy fácil ver cuándo caen en la trampa neoliberal, porque llevan la condena de "socialista" y "obrero" en las siglas. Pedro Sánchez cae en la trampa neoliberal con alegría y recurrencia, y estos son los temas que se deja por el camino y no se debería dejar:
1 Nada de "Socialistas", ¿a quién le importa la militancia?
A nadie se le escapa que la situación interna del PSOE es delicada. A pesar de que la grada del PSOE se rompía en aplausos cada vez que Sánchez tomaba aire, el lado interno del partido está bastante en entredicho, y Sánchez, en particular, muy bajo la lupa de los Barones. Es divertido ver el tamaño mínimo de la palabra socialistas en la nube de tags generada con el discurso. Pequeñita, pequeñita, casi un ¿Dónde está Wally?. Mucho más divertido fue ver cómo el Presidente del Partido Socialista dio las gracias por el pacto primero a Ciudadanos, luego a Albert Rivera, y se dejó a su militancia -que apoyó su iniciativa hace un par de días- para el tercer lugar.
2 La "Pobreza" de puntillas
Conocen muy bien los profesores de instituto la condenada curva de atención. Curva fulminante reza que la gente ante una charla tienen un pico de atención al incio, que va decayendo hasta lo cercano al sueño y sube de nuevo al cierre del discurso. Para ese momento de somnolencia Sánchez se reservó el tema de la pobreza al que dedicó aproximadamente medio folio, de los más de cuarenta que componen su discurso. Por cierto, en su discurso se compromete al impulso al salario mínimo, pero la picaresca no da respuesta a la pregunta clave. ¿Cuánto y cuándo lo va a subir? Eso quizá lo explique otro día. No lo sé.
3 La "Desigualdad" no la dejó a medias, la dejó a medio empezar
Después de la pobreza, y todavía en el tramo de la somnolencia en nuestra curva de atención, llegó el tema de la desigualdad. Dos menciones a la mujer en todo el discurso. Una en la primera mitad, otra entre la pobreza y la corrupción. En cuanto a desigualdad se centró sobre el mundo laboral y la mujer, pero ni una palabra acerca de las personas con discapacidad, o de grupos de personas inmigrantes claramente discriminados en su imposibilidad para el acceso al empleo digno. Eso ni siquiera sale en nuestra nube de tags, a pesar de que sistemáticamente se incumplen las cuotas legalmente marcadas.
¡Ese publico "on fire" en la #SesionDeInvestidura ! Se les ve seriamente preocupados por el devenir de España. pic.twitter.com/pXdVzOKNDB
? Alberto Rubio (@AlbRubMe) 1 de marzo de 2016
4 La "Constitución" no se toca, y ¡olé!
La cuestión de Cataluña fue durante la campaña el punto angular. Este es, sin duda, el mayor grado de desencuentro entre PSOE y Podemos. Hoy Sánchez venía de ligue, y cuando sales a quemar la noche no sacas del armario tu peor camisa, así que Sánchez dejó bien guardado el tema constitucional, la pluralidad nacional, el federalismo que hace no tanto enarbolaba... Todo al fondo del cajón. A los catalanes les repitió a la enésima la canción de la "legalidad vigente", de los "puentes" y de "proyectos comunes". Eso sí, en concreto y de nuevo, nada de nada.
La etiqueta del cambio es tan grande como incierta, ya que cambios constitucionales parece que habrá muy pocos. En referencia a la renovación de la Constitución dice: "No es justo el derrotismo que pretende hacer una enmienda a la totalidad de la democracia del 78. La historia de nuestros padres es una historia que acaba bien. La de una generación que afronta el final de una dictadura y que nos entrega el testigo de una democracia consolidada y europea, que vive su infancia en la pobreza y el subdesarrollo y nos entrega un país con buenas infraestructuras y servicios públicos para todos los ciudadanos".
5 El "Déficit" al cajón, que el IBEX se pone tenso
Hablábamos de cambios inciertos, pero no podemos olvidar que la Troika ha sido el ordenante del recorte y Rajoy su verdugo. Al verdugo hoy, como siempre que puede y con razón, Sánchez le ha dado muy fuerte, pero al ordenante, a la Unión Europea y cómo hacer frente al puño firme de Merkel, para eso parece que tampoco era el día. En realidad, con Sánchez el enfrentamiento con la Unión Europea siempre es tema para mañana, y de la mano de Ciudadanos es tema tabú.
6 "Crisis", ¿quién dijo crisis?
Esto enlaza directamente con la "crisis", que también ha quedado en el olvido, en un rincón recóndito de ostracismo en nuestra nube de tags. Teniendo en cuenta la profundísima huella que la Crisis Económica dejó y mantiene en la sociedad española, no mencionarla -con lo que se asume que ha llegado a su fin-, es en realidad un muy mal chiste.
7 La "precariedad" no sale ni en la nube, así va lo obrero en el Partido Socialista OBRERO Español
La precariedad directamente no aparece en la nube de etiquetas. Tenemos que volver a pensar en la referencia recurrente al "cambio" en el discurso, pero en lo laboral no parece tal. Con Ciudadanos llegan a un acuerdo de contratación que mantienen bien hundida la brecha temporal e indefinido, y en ningún caso refortalece el tambaleante contrato indefinido. La muestra clara de lo laxo de sus iniciativas laborales es que no llega a proponer suprimir al completo la Reforma Laboral Popular, sino que pretende eliminar "aquellos elementos que han hecho de la Reforma Laboral en vigor la cuna de la precariedad laboral y la desprotección de los trabajadores". Hace un par de meses el programa electoral socialista marcaba textualmente: "Los y las socialistas derogaremos con carácter inmediato toda la reforma laboral del PP".