El priapismo provoca la erección del pene durante varias horas, incluso cuando no existe estimulación. En el caso de un hombre de 52 años de Delhi, fueron alrededor de 48 horas de erección las que sufrió antes de acudir a urgencias.
Se trata de una enfermedad que en la mayoría de los casos la provocan células malciformes, deformaciones del glóbulo rojo provocadas por alteraciones en la sangre. En esta ocasión, el priapismo fue extremo y provocó la intervención quirurjica de los médicos mediante la que le amputaron una parte del pene.
Un diagnóstico erróneo
Antes de la amputación, los médicos de urgencias no consideraron como peligroso el problema que sufría este paciente. Según publica Gizmodo, los médicos que le atendieron en un principio crearon una derivación en forma de T, para la que usaron un escalpelo a través de la cabeza del pene, creando un "orificio de escape". Con esta medida intentaron disminuir la hinchazón.
Después de este primer intento, decidieron colocarle un catéter y también le pusieron un vendaje para que el pene y el paciente pudieran reposar. Este procedimiento tiene como posibles efectos secundarios la hinchazón y los moratones en el pene. Igualmente se puede provocar una erección semirrígida que puede llegar a durar hasta varios días.
El pene se estaba gangrenando
Un día después de la visita al médico, la cabeza del miembro empezó a cambiar de color a negro, y pasados cuatro días después del inicio de la erección, el paciente fue trasladado al departamento de urología de un hospital en Delhi para que lo pudieran examinar. Allí los médicos le retiraron el catéter para realizarle una cistomía suprapúbica, una intervención quirúrgica por la que se inserta un catéter en el abdomen para drenar la vejiga. Así se trató de prevenir el riesgo de infección.
Al parecer, según señalan los autores de un artículo de BMJ, esto es lo que se debería haber hecho desde un principio. Así se habría evitado que la gangrena se siguiera extendiendo en el pene. Para evitarlo, en este momento el equipo médico decidió realizar una glansectomia, que es la amputación del galnde, es decir, de la cabeza del pene.
Aunque el hombre se recuperó y fue dado de alta del hospital 48 horas después, el informe de BMJ arroja dudas sobre el tratamiento que los médicos de urgencias siguieron, ya que aunque se desconoce el origen del priapismo, la gangrena pudo haber sido provocada por el diagnóstico precipitado de los médicos.