La salida de Ricardo Currás al frente de los supermercados DIA ha supuesto una subida espectacular e inmediata de las acciones de la empresa en los mercados. Su gestión durante los últimos años había entrañado pérdidas (alrededor de un 50% en lo que llevamos de 2018), que no han conseguido controlar a pesar de las reformas que enfrentan los centros para adaptarse a los nuevos tiempos.
La compañía arrastra algunas dificultades, como problemas en su sistema de distribución online, una imagen poco atractiva a ojos de los consumidores y batallas legales con varios franquiciados que acusan a la firma, literalmente, de "estafa".
Con estos movimientos, Antonio Coto se convierte en el nuevo CEO de la enseña de supermercados low cost con origen en nuestro país. Coto había controlado hasta ahora la expansión en Latinoamérica y en especial, Argentina y Brasil. Y con resultados positivos, lejos de otros problemas como el cierre de todas las tiendas ubicadas en China.
Ahora, con la llegada del nuevo directivo, todo apunta a una posible venta. Se trata de una opción que la presidenta de DIA, la venezolana Ana María Llopis, había defendido seriamente durante los últimos meses.
Con el pistoletazo de la OPA sobre la firma de supermercados, surgen dos nombres muy destacados: primero, el inversor ruso Mikhail Fridman, que a priori cuenta con la delantera porque ya posee el 25% de las acciones.
Por otro lado, Jeff Bezos, que ha mostrado gran disposición. A diferencia de Fridman, su gran poder económico promete realizar una oferta mucho más atractiva y con puntos para convencer al resto de los accionistas, como ofrecer una mejora en la red de distribución. Un papel, el de la venta online, con el que DIA ya mantiene acuerdos.
¿Se implantaría el modelo de supermercado inteligente que Amazon ya prueba en Estados Unidos?
La opción de comprar los supermercados de DIA puede servir como termómetro para valorar la internacionalización de su modelo de supermercados inteligentes, sobre todo en Europa y América Latina.
Se trata de un proyecto que aún se encuentra en desarrollo tras la apertura de un centro en Seattle el pasado mes de enero de 2018. Incluye tiendas sin cajas, en las que se utiliza una app a través de la cual, con nuestra cuenta de Amazon, podemos adquirir todo tipo de productos.
Curiosamente, el modelo de la compañía de Bezos se inició con el nombre de Amazon Go. Es el mismo (DIA Go) que la empresa de distribución ha estrenado este año como tienda de conveniencia en el centro de las ciudades. Una especie de 'guiño', quizás.
El lanzamiento de DIA Go podría haber sido un guiño hacia la compañía de Jeff Bezos
En el modelo de Amazon, tendríamos que utilizar un código QR al entrar en el establecimiento. Después, accederemos y seremos controlados por una cámara que, según confiesan desde la propia empresa, monotorizará nuestros pasos. Con ello, será capaz de reconocer qué estamos cogiendo de una estantería y lo añade a su carrito virtual. Si lo devolvemos, se eliminará automáticamente. Si detecta que salimos del establecimiento con él, se cobrará automáticamente a nuestra cuenta sin tener que hacer nada más.
Si Amazon se hace con el control de los supermercados españoles, tendrá la vía perfecta para extenderse por América Latina y por Europa vía España. Y, además, podrá beneficiarse de los acuerdos de 'marca blanca' que ya mantiene firmados DIA para conseguir productos a menor coste. Algo fundamental si busca que su proyecto prospere, si tenemos en cuenta que la época postcrisis ha sido determinante para que este tipo de productos aumenten continuamente su cuota de mercado.
Amazon tiene mucho interés en invertir en España
A todos estos movimientos, se suma el interés de Jeff Bezos por el mercado español. Precisamente, en marzo de 2016 decidió instalar en Madrid el gran centro de operaciones de toda Europa.
Con ello, la compañía opta por la capital española para dirigir todas las operaciones que se realicen en Europa. Y, a ello, se suma una apertura de centros logísticos a lo largo de todo el país, de forma que ya cubre prácticamente todo el territorio del país ibérico.
Algunos de los puntos atractivos de España se centran, precisamente, en su nicho de mercado: las ventas online. A pesar de que empiezan a despegar con fuerza, nuestro país se encuentra aún a la cola. Si tenemos en cuenta la mezcla de la recuperación económica y un sector prácticamente sin explotar, se entiende el interés que despierta.
A ello, se suma la batalla nacional con El Corte Inglés, que quiere priorizar su canal online y ampliarlo al resto de países de nuestro entorno. Se aleja con ello la opción de establecer alianzas en la batalla por controlar el Viejo Continente ante la caída de gigantes como Macy's.
