Amazon lanzó hace cuatro años un equipo de inteligencia artificial que prometía revolucionar los métodos para contratar a los mejores candidatos. Gracias a la inteligencia artifical, podía procesar una inmensa cantidad de solicitudes y, poco a poco, ir obteniendo el perfil de los mejores candidatos. Se vendió como un método revolucionario gracias al cual se eliminaban todos los prejuicios que las personas que se encargasen de las contrataciones pudieran tener; se esperaba alcanzar la imparcialidad completa. Pero, al parecer, no ha sido así.
Reuters, la agencia de noticias, ha hablado con cinco de las personas implicadas en esta inteligencia artifical, y fueron ellas las que lo confirmaron: era un método extremadamentesexista. La empresa comenzó a darse cuenta en 2015, porque esta inteligencia artificial discriminaba los currículos de mujeres siempre que se trataba de puestos relacionados con el desarrollo de software y demás especializaciones técnicas.
Programa machista
¿Por qué? Muy sencillo: esta IA usaba una base de datos de currículos que se le habían dado previamente (proporcionados por la propia empresa) que eran, en su gran mayoría, de hombres. De ahí que el programa priorizara siempre a la hora de contratar a hombres, discriminando a las mujeres.
El sistema acaba penalizando sin remedio posible todos aquellos currículos con referencias femeninas, con lo cual las candidatas obtenían una calificación menor. Los supervisores vieron lo que estaba sucediendo y trataron de corregirlo, pero no lograron hacerlo por completo, con lo cual la discriminación proseguía ahí. Es por eso que Amazon ha tenido que despedirse por completo de esta IA, que ha demostrado ser incluso más machista que el hombre. Eso sí: a causa de la base de datos que se le dio desde el primer momento. La IA está lejos de ser perfecta todavía, y parece ser que la tecnología no será capaz de empoderar a las mujeres.
