Las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán este domingo, 9 de junio, pueden suponer un nuevo punto de inflexión para la política española. La mayoría de las encuestas, entre ellas, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronostican la entrada de una nueva formación política, Se Acabó La Fiesta.
Esta plataforma se ha organizado como una agrupación de electores y está liderada por Alvise Pérez que inició su carrera política en UPyD, después se afilió a Ciudadanos y fue asesor de Toni Cantó en el grupo parlamentario en las Cortes Valenciana. Allí experimentó diversos problemas, como en el reparto del dinero para la publicidad, el despido de trabajadores y controversias internas por sus posicionamientos en cuestiones como la violencia de género o las personas migrantes.
Después, en 2020, se acercó a los postulados de VOX y empezó a hacerse famoso por sus postulados en contra de las vacunas, así como, posteriormente, por acciones conjuntas con HazteOír (asociación vinculada al grupo ultra El Yunque), como acosar a mujeres que iban a abortar en la Clínica Dator.
Alvise Pérez ha cosechado una auténtica legión de seguidores en las redes sociales, especialmente en Telegram, donde acaba más de 450.000 cuentas que siguen todas sus iniciativas y bulos, puesto que es habitual que lance mensajes fuertemente polarizadores, en muchos casos alejados de la realidad.
Después de todo, las perspectivas de que Alvise entre con su propia fuerza política en las instituciones europeas se encuentran más cerca que nunca de materializarse. El último sondeo realizado por el CIS pronostica su lista, Se Acabó la Fiesta, obtendría una horquilla entre el 4,9% y el 5,7% de los apoyos. Se situaría, de este modo, por encima de Podemos, que obtiene entre el 3,6% y el 3,9% de los apoyos. También por encima de Ahora Repúblicas (ERC, BNG, EH Bildu y Ara Mas), así como de Junts y Ciudadanos.
¿Qué implica la irrupción de la lista de Alvise Pérez en la política española? ¿Puede conllevar un cambio de ciclo político? ¿Beneficia más a la izquierda o a la derecha?
Nuevas vías de difusión de discursos políticos
Uno de los primeros detalles a tener en cuenta es la vía de ascenso de Alvise Pérez. El candidato de Se Acabó la Fiesta ha empleado en todo momento un discurso de 'outsider', a pesar de su experiencia política, pero sobre todo ha empleado los métodos tradicionales del mundo 'influencer' para conectar con su público.
Alvise es, ante todo, un personaje vinculado al ámbito de internet, y este hecho también ha fortalecido esta imagen externa. El candidato ha conseguido colarse en los sondeos sin ninguna presencia en el sistema tal y como lo conocemos, a diferencia por ejemplo de Podemos, cuyo líder Pablo Iglesias empleó una estructura del sistema (los medios de comunicación, su participación en las tertulias) en su irrupción política.
Además, dentro de su agrupación, el caso de Alvise no representa una excepción. También se encuentra en su lista, aunque en posición de cierre, otro personaje vinculado a la esfera digital como Vito Quiles, que también ha conseguido una relevancia pública a través de estos métodos.
Si finalmente se consolida la irrupción del partido en las instituciones europeas, supondría una forma inédita, puesto que evidencia las capacidades que ofrecen las redes y los nuevos métodos de comunicación para conectar con un electorado y crear nuevas tendencias políticas.
El precedente de Podemos
A pesar de las diferencias que hemos comentado con Podemos, que llegó a las instituciones europeas hace una década, lo cierto es que el resultado de las elecciones podría suponer un giro en la vida política como el que se produjo en 2014.
Entonces, un desconocido Pablo Iglesias había cosechado fuerte presencia mediática participando en tertulias de televisión. En las elecciones europeas de 2014, presentó su propio partido, Podemos, en cuyas listas además incorporó su fotografía reconocible. E irrumpió en el Parlamento Europeo con 5 escaños.
La entrada de Podemos fue importante. El partido empezó a ganar presencia mediática, a colar sus discursos y a generar un cambio de ciclo. Posteriormente empezó a entrar en las instituciones locales y autonómicas, alcanzar gobiernos y, finalmente, Pablo Iglesias llegó a la vicepresidencia del Gobierno.
Será una incógnita qué ocurrirá en el futuro y si será capaz de lograr el mismo camino. A diferencia de entonces, no hay convocatorias nacionales programadas en el corto plazo, y el paso del tiempo podría debilitar una eventual ola, pero el Gobierno de Pedro Sánchez se sustenta en estos momentos en una mayoría parlamentaria frágil y uno de sus socios imprescindibles, Junts, amenaza con apoyar una moción de censura del PP.
El debate: mayor fragmentación de la derecha o ampliar el espectro
La agrupación de Alvise Pérez, Se Acabó la Fiesta, tiene entre su potencial electorado a hombres jóvenes que se sitúan a la derecha, según los datos del CIS. El 19,6% votaron a VOX en el pasado, el 7,5% son abstencionismos y el 4,1% votaron al PP. Solo el 1% de los apoyos proceden de PSOE o Sumar.
La irrupción de su partido, por tanto, podría disputar a VOX el voto por la extrema derecha. No es la primera ocasión en que este sector del voto experimenta una situación de fragmentación política en Europa y surge el debate sobre los efectos.
Uno de los casos más sonados se encuentra en Italia, donde la extrema derecha está fragmentada entre la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni. En este país, se ha logrado que Meloni alcance la presidencia, mientras que Salvini y la derecha conservadora de Forza Italia actúen como socios. Estos debates se han extendido en el tiempo, y en Francia también se ha planteado con las dicotomías entre Marine Le Pen y su sobrina, Marion, que terminó por impulsar una lista del ultra Éric Zemmour que sin embargo, ha terminado siendo eclipsada por la líder Marine Le Pen.
La derecha en España ha lastrado los problemas de fragmentación con Ciudadanos. Nuestro sistema electoral habitualmente no premia estos contextos como consecuencia de los efectos de la Ley D'Hont, sin embargo, el discurso de la nueva formación podría llegar a más nichos de votos a los que actualmente PP y VOX no llegan.
El posible revulsivo para la izquierda en un momento de menor polarización
Lejos de fragmentación o ampliar el espacio de la derecha, la irrupción del nuevo partido de Alvise también podría desencadenar un efecto contrario. Al igual que ocurrió durante el nacimiento de VOX, un discurso o posiciones marcadamente extremistas podrían llevar a una reacción de la izquierda y que las fuerzas conservadoras se viesen arrastradas, abandonando de este modo un centro político en el que se concentra la mayoría del voto en España.
El voto del miedo a la extrema derecha ante el riesgo de la derogación de nuevas legislaciones ha tenido gran efecto en las campañas de Pedro Sánchez, y la situación que implicaría una nueva formación situada en el ámbito más conservador podría retornar a este escenario. Esto se produce, además, en un escenario en el que la polarización política se ha visto reducida respecto a las etapas anteriores.