Álvaro de Marichalar ha vuelto y es que desde que iniciara la travesía para dar la vuelta al mundo a bordo de su moto acuática, poco habíamos vuelto a saber de él. Ahora lo hace con un motivo político. No sería la primera vez, ya que en las elecciones generales españolas del año 2008 estuvo al frente de UPyD en las listas por Soria, pero eso ya es agua pasada. El aristócrata tiene en mente algo mucho más ambicioso que ser cabeza de lista por alguno de los partidos que concurrirán las próximas generales del 10 de noviembre. Quiere volver a la política con un partido político creado por él mismo.
El hermano de Jaime de Marichalar ha concedido una entrevista al diario El Español donde ha querido relatar las duras hazañas de su viaje por los mares, que comenzó en Sevilla el pasado 10 de agosto y a la par, ha confesado su mayor deseo en la política. "Me encanta. De hecho, estamos creando un partido nuevo que anunciaré dentro de pocos meses desde la mar. Va a ser un partido muy especial", confiesa.
Lo define como "el primer partido paneuropeísta", una agrupación que amparará e incluirá a todos los países del continente, incluso las exrepúblicas soviéticas. Bajo "las raíces cristianas de Europa", el partido pretende unir a "los europeos" y reivindicar este carácter, "que hace de Europa el adalid de la civilización".
Por otro lado, no ha dejado pasar la oportunidad de posicionarse en contra de la "vil mafia" del independentismo catalán y sus representantes, incluido Carles Puigdemont y los CDR. A estos últimos los llama, "Cientos de Ratas" y explica que siente "libre" de su pensamiento. En el encuentro con el citado diario, también ha querido abogar porque Gibraltar se reincorpore al Estado español y es que el hijo mayor de los condes de Ripalda siempre ha sido muy patriótico y por tanto, defensor del imperio que España alguna vez tuvo. Esto le motivó para realizar y seguir los pasos que Fernando de Magallanes y Juan Sebastian Elcano dieron hace más de 500 años.
Los separatistas, una "vil mafia"
Tras días de intempestivas tormentas, heridas infectadas en sus pies por las que no puede calzar unos zapatos, quiso parar en San Sebastián para hacer balance del tiempo que lleva en altamar: "Estoy comprometido con el intento. Mentalmente estoy fuerte y motivado, pero sé que voy a tener limitaciones de todo tipo: en la suerte, en la mar, en el físico". Aunque ya haya sido víctima de ellas, no le importa, pues se siente seguro a bordo de su embarcación de tres metros de eslora y asegura que hará "lo posible". "Estoy preparado psicológicamente para fracasar", señaló. Tras su parada en el País Vasco, pondrá rumbo a Francia y pasará por Mónaco, para después atracar en Barcelona y así poder ser una voz más de aquellos críticos con "el golpe de Estado continuado que sufrimos". "Busco la libertad y que no me roben mis impuestos", subrayó, condenando todo pago que los españoles han de efectuar a favor del prófugo.
No tiene grandes esperanzas en la sentencia que el Tribunal Supremo emitirá con relación al procés, sin embargo asume que "al mundo separatista le parecerá exagerada". El pamplonés remarca que su sentimiento catalanista se agrava cuando piensa en su nacionalidad española: "Cuanto más orgulloso me siento de ser catalán puro, más español soy". Así es, defensor a ultranza de la unidad de la patria, lo que él define como "una cadena muy sencilla" que nunca debió abandonar Gibraltar. "Es una plaza española, ocupada, así lo corroboran varias resoluciones de Naciones Unidas. Gran Bretaña se ha ido apoderando con los años de mucho más territorio del que contempla el Tratado de Utrecht, que es simplemente el castillo y el puerto. eso es el 8% de la actual superficie de Gibraltar", explicó, afirmando que también parará allí para reivindicar esta afirmación.
Además de sus intentos por contribuir a la causa española quitando esteladas, allí donde se tope con ellas, también contribuirá de forma solidaria con Venezuela, un pueblo al que está muy agradecido porque cuando recaló allí por accidente en 2014, le acogieron y le ayudaron con su moto. Ahí se dio cuenta del sufrimiento que atraviesan los venezolanos por "la narcodictadura comunista del sátrapa Maduro". Además, pretende filmar todo aquello con lo que se encuentre y pueda servir como objeto de denuncia. Entre esas situaciones se encuentra la contaminación del mar por los plásticos que se vierten, la pesca ilegal y el tráfico de personas.