El terremoto de Haití en 2010 supuso todo un desastre para un país con un bajo nivel de desarrollo a nivel industrial y económico: más de 300.000 personas perdieron la vida y el 80% de la isla quedó completamente destruida.
La intervención humanitaria se antojaba imprescindible, pero... no estuvo a la altura. Según denuncia el diario The Times, varios de los altos cargos de Intermón Oxfam desplazados a la isla aprovecharon su viaje para organizar varias orgías con prostitutas en mitad de la crisis que vivía el país.
Según el mencionado diario, los responsables de la organización humanitaria eran conscientes de lo que sucedía y, sin embargo, solo se dedicaron a esconder los hechos ante la opinión pública.
Por ello, en 2011 se pactó la dimisión de tres altos cargos que habían sido señalados un año antes en uno de los correos de denuncia que envió uno de los empleados de la asociación.
Uno de ellos era el propio responsable de la organización en la isla. Además, junto a la 'honrosa' salida de la dimisión, se sumaron otros cuatro empleados que, en este caso, sí que fueron fulminantemente despedidos.
El resultado de la investigación quedó plasmado en un informe devastador, en el que se señalaba que había quedado patente que la organización en la isla había participado bajo una especie de "cultura de la impunidad" entre algunos de los miembros del personal en Haití.
Posibles menores de edad
Otro de los puntos del informe que han generado mayor polémica se centra en la edad de las prostitutas: al parecer, gran parte de ellas no había alcanzado aún la mayoría de edad. Sin embargo, no pudieron confirmarlo.
A pesar de ello, en el informe queda patente que los investigadores internos contaban con serias dudas: "No se puede descartar que alguna de las prostitutas fuera mayor de edad", afirma.
Sin embargo, en el escrito se destaca el interés de los miembros de la ONG para esconder sus actuaciones: obligaban a las jóvenes a acudir a sus casas con camisetas de Oxfam para no levantar sospechas.
La propia ONG intentó en todo momento que los verdaderos motivos de las dimisiones y despidos no vieran la luz. Por ello, no denunciaron en ningún momento los hechos. Ellos, mientras tanto, se defienden: "Era extremadamente poco probable que se hiciera nada".
