José Luis Martínez-Almeida ya lleva más de cinco meses como alcalde de Madrid. Una de las primeras decisiones que tomó al llegar al frente del Ayuntamiento de la capital fue paralizar el memorial que el anterior Gobierno había comenzado a construir en homenaje a los represaliados del franquismo entre 1939 y 1944.
El alcalde del PP anunció esta decisión en julio, pero no ha sido hasta noviembre cuando han empezado a desmontar todo lo que se había hecho en el cementerio de la Catedral de Almudena de Madrid. Los operarios han comenzado a retirar las placas de granito donde estaban inscritos los nombres de los asesinados durante los primeros años de régimen fascista.
— Foro por la Memoria (@foromemoria) November 25, 2019
Así lo ha compartido el Foro por la memoria de las víctimas del franquismo, quien ha criticado a través de su cuenta de Twitter la decisión del alcalde popular y ha publicado varias fotos en las que se ven las placas completamente destruidas. Este 26 de noviembre también se han reunido para manifestarse frente al Ayuntamiento de Madrid y "denunciar el atropello de Martínez-Almeida contra el memorial de las víctimas del franquismo".
La justificación del Ayuntamiento de Madrid
Tras salir del pleno del Ayuntamiento de @Madrid, compañeros/as de @encuentrmemoria se dirigen a los medios para denunciar el atropello de @AlmeidaPP_ contra el Memorial a las víctimas del franquismo #NoPasarán#VerdadJusticiayReparaciónpic.twitter.com/c2ZbA7RCF6
— Foro por la Memoria (@foromemoria) November 26, 2019
Esta polémica decisión viene porque el nuevo Gobierno municipal quiere que este memorial sea para "las personas que perdieron la vida de forma violenta", y no para las casi 3.000 personas que fueron fusiladas en Madrid durante esa época. Según el Ayuntamiento, este monumento era "sectario" y pretendía parar la idea original de este memorial.
Tal y como ha compartido Europa Press, el Ayuntamiento de Madrid considera que el "monumento planeado no seguía las premisas de imparcialidad dadas por el Comisionado de Memoria Histórica y era contrario a sus recomendaciones". La idea del consistorio es "unificar el reconocimiento a las víctimas de ambos bandos", sin necesidad de que figuren "nombres en las placas".
Aun así, a pesar de no continuar la construcción del memorial, el Gobierno municipal tendrá que pagar igualmente el proyecto que estaba planeado. Más de 100.000 euros de dinero público en concepto de honorarios del creador y otros gastos.