El alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido volver a la ley del aborto de 1985, tal y como intentó Alberto Ruiz-Gallardón en 2013 cuando era ministro de Justicia, lo que le costó su dimisión después de que el Gobierno de Mariano Rajoy diese marcha atrás y no siguiera adelante con esta reforma por la presión social de las mujeres.
"En el Partido Popular hemos aprendido la lección, y en el PP como ya hemos dicho precisamente el no cumplimiento de promesas electorales que llevaron a los españoles a confiar en nosotros ha hecho que se produjera un decrecimiento de nuestro apoyo electoral y por tanto nosotros hemos tomado nota de que los españoles quieren que se cumplan los compromisos electorales que uno asume y esa es la razón", ha asegurado, respondiendo a la información publicada en El País que señala que el PP planea derogar la ley del aborto que impulsó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, aunque sea avalada por el Tribunal Constitucional.
Almeida también ha añadido su postura al respecto: "Si usted me dice, ¿qué es lo que piensa? Yo le digo, porque ya lo he dicho en público, volvería a la ley del 85". Además, el edil ha celebrado que los médicos "tengan la objeción de conciencia garantizada".
De acuerdo a la Ley Orgánica 9/1985, se despenalizó el aborto si se daban los siguientes supuestos: riesgo grave para la salud física o mental de la mujer embarazada (supuesto terapéutico), víctima de una violación (supuesto criminológico) y malformaciones físicas o psíquicas en el feto (supuesto eugenésico).
Ayuso y el aborto como "fiesta"
Más graves han sido las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso sobre el aborto. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido preguntada por esta cuestión durante su visita a 'El programa de Ana Rosa' y no ha dudado en frivolizar asegurando que el PSOE y Podemos tratan el aborto como "una fiesta o una celebración". Incluso ha afirmado que debe ser una decisión que se tome una vez y no "cuatro veces como hacen muchas" mujeres.
La conservadora ha defendido que el aborto "tiene que ser legal, seguro, pero poco frecuente". Asimismo, Ayuso ha responsabilizado a la administración de garantizar este servicio, aunque en su autonomía las pacientes se derivan a centros privados o religiosos.
