El portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha alabado la conducta "ejemplar y admirable" de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con la corrupción que creció en el seno de su Ejecutivo.
Aguirre actualmente está imputada por los presuntos delitos continuados de cohecho, malversación de caudales públicos, prevaricación, falsificación de documentos, fraude, tráfico de influencias y falsedad electoral por, presuntamente, "fraguar" un plan para desviar dinero público al PP de Madrid desde 2004, según el juez Manuel García Castellón.
Almeida, que debe gran parte de su carrera política a Esperanza Aguirre, se pronuncia en estos términos después de que el secretario general de su partido, Teodoro García Egea, haya criticado precisamente la corrupción de sus gobiernos en plena guerra en el PP por controlar la formación madrileña. Egea llegó a afirmar que "lo que destrozó al Partido Popular de Madrid fue la corrupción".
"Tuvo una conducta ejemplar y admirable, porque en 2017 cuando se produce el Caso Leto, dimite de su cargo de portavoz y abandona la política. No conozco a ningún político que dimita por culpa 'in vigilando'. Asumió responsabilidad política", ha afirmado en una entrevista emitida en LaSexta.
En cuanto a su posible coincidencia con García Egea en el asunto de la corrupción, Almeida ha afirmado que "él coincidió con Aguirre en que la corrupción hundió al PP de Madrid", pero que "él no dice que la corrupción hundió a Aguirre". Y ha añadido que la corrupción "es de las personas" y no de los partidos.
Un conflicto en el PP a las puertas de la convención nacional
Estas desavenencias llegan, precisamente, a las puertas de la convención nacional en la que Pablo Casado esperaba relanzar su candidatura política en un momento en el que las encuestas, por primera vez, le daban la posibilidad de formar Gobierno y alcanzar el Palacio de La Moncloa.
Las diferencias en torno a la presidencia del PP de Madrid, un puesto con gran peso orgánico y que puede ser clave a la hora de hacer sombra dentro del partido, han llevado a que el líder nacional del PP no quiera que Isabel Díaz Ayuso sea quien lidere la formación regional, como sucede en el resto de autonomías donde gobierna el partido, según argumentan desde Sol. Génova, por su parte, apuesta por la bicefalia que caracterizó a los tiempos de Gallardón, con un tercer líder ajeno a la Comunidad y el Ayuntamiento que se encargue del partido en exclusiva y trocee el poder.
Pero el gran punto de diferencia es, sin duda, el asesor de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que no es bien acogido en Génova, 13 y se ve como un enemigo interno que piensa únicamente en sus propios intereses antes que en los de la formación.
La dirección nacional no se fía del asesor de cabecera de la líder del Ejecutivo madrile´oñ, hasta el punto de señalar que está moldeando a Isabel Díaz Ayuso como una candidata con proyección nacional para dar un salto a la cúspide nacional en el medio plazo. Rodríguez tiene la sombra de José María Aznar, que llegó a liderar el PP nacional desde la Junta de Castilla y León con un proceso similar, aunque sin discrepancias internas.
Los recelos entre ambas facciones han ido aumentando poco a poco durante el último año, aunque ha sido Esperanza Aguirre quien los ha hecho saltar por los aires tras hacerlos saltar a los medios de comunicación con sus comentarios: "Niñatos" o "Chiquilicuatres", en referencia a sus adversarios en Génova.
Teodoro García Egea, enfrentado actualmente a ese sector duro del PP, fue quien aprovechó la rueda de prensa habitual de los lunes en la sede del PP para lanzar un dardo a Esperanza Aguirre: "Lo que destrozó al Partido Popular de Madrid fue la corrupción y eso es algo que nosotros no nos vamos a permitir".