El Ayuntamiento de Madrid adjudicó dos contratos a sendas UTE formadas por Subterra, empresa de ingeniería en la que trabaja el hermano del delegado de Movilidad, Borja Carabante. La primera de las adjudicaciones se concedió en agosto de 2020 para el diseño del soterramiento de la A-5, según publicó El Diario. El segundo se produjo en noviembre de dicho año y estaba concebido para la asistencia técnica para la supervisión de proyectos de Calle 30.
El área de Movilidad inició la licitación de este contrato a principios de 2020 y la mesa de contratación estaba presidida, en ambos casos, por Lola Ortiz, directora de Planificación e Infraestructuras.
El concejal señalado, Borja Carabante, se abstuvo y comunicó su decisión al alcalde a través de una carta, en la que apelaba al artículo 23.2b de la legislación de contratación pública.
Hay que destacar que la actual legislación obliga a las autoridades a abstenerse en este tipo de procedimientos cuando se encuentran en la misma posición de Borja Carabante.
El edil, sin embargo, defiende que no tenía en ningún caso conocimiento de que la empresa se había presentado a la primera licitación y que lo descubrió después de firmar la aceptación de la propuesta. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, se enteró después de recibir la carta de su concejal.
Concursos ajustados
Los concursos sobre el soterramiento de la A-5 fueron muy ajustados y los puntos obtenidos por los criterios de juicio de valor aportados por los técnicos fueron muy favorables a la empresa que mantiene contratado al hermano de Almeida.
Se descartaron varias empresas candidatas que se consideraban como favoritas porque sus ofertas se valoraron como demasiado bajas por parte del Ayuntamiento dirigido por José Luis Martínez-Almeida.
Este contrato de soterramiento de la A-5 obtuvo 16 ofertas. Se descartaron tres porque sus presupuestos se desviaron demasiado a la baja de la media del resto de propuestas. Y entre las 12 que quedaron, la Esteyco-Subterra era la segunda más barata.
Finalmente, el concurso quedó decidido por las puntuaciones por juicio de valor, donde la oferta ganadora se llevó la puntuación más alta, en concreto, 20,38 en dicho apartado. La suma de Esteyco-Subterra fue de 99,38 puntos, por lo que se llevó un contrato de tres millones de euros.
El segundo contrato adjudicado a Subterra concurría a Cemosa. Se eliminó la oferta más barata y dejó a seis empresas. Finalmente, por un estrecho margen, la empresa del hermano del concejal terminó siendo la premiada con el contrato.