Llega la Navidad y con ella el turrón, los mazapanes y todo lo relacionado con estas bellas y lindas fechas en las que estamos a punto de enfrascarnos. Pero, desde 1994, la Navidad es un poquito mejor gracias a Mariah Carey. ¿Quién no ha tarareado o cantado a los cuatro vientos el famoso 'All I Want For Christmas Is You'? Quién diga que no, miente.
Pues pasan los años y todo parece seguir como si nada hubiese pasado por la voz de la artista. Todos los años escuchamos ese villancico que ya forma parte de nuestro espíritu navideño. Y tras 24 años, esta sintonía, no es que no pierda ni una gota de protagonismo, es que sigue generando mucho dinero. Poca broma.
Un himno inmortal
Desde 1994 la canción ha sido un frecuente estímulo que ha invadido uno o los dos hemisferios de nuestro cerebro para darle más color si cabe a estas fechas que nos acompañan el mes de diciembre. Pues bien, además del los dos hemisferios, también llena bolsillos.
Y es que han pasado más de dos décadas y esta canción sigue colándose en las listas de éxitos cuándo llega la Navidad. Sin ir más lejos, esté 2018, solo en Estados Unidos, se han descargado hasta 8.000 veces dicha canción. Una locura si tenemos en cuenta que desde 1998 está en la lista Billboard Hot 100. Sí que es verdad que a comienzos de esta entrada, no estaba en los puestos de cabeza, el sencillo se ha ido macerando como el buen vino hasta ser lo que es en estos momentos.
Este 2018 Crey ya ha irrumpido en el puesto 23 de la lista. Ahora, esto es lo de menos cuando decimos que, hasta el año 2013, la señorita Carey se había embolsado la friolera de 60 millones de euros sólo con una canción. Sí, 60 millones contantes y sonantes. Y es que cada Navidad se embolsa media millon a ritmo de 'All I Want For Chritmas Is You'.
Gira navideña
Tal es la fiebre navideña de Mariah Carey que cada año la vemos enfundada en el mítico traje rojo de Papá Noel y subida a los escenarios para entonar la mítica canción. Este 2018, además, lo ha hecho a través de la gira 'All I Want For Christmas Is You Tour', que dio comienzo el 1 diciembre en la ciudad noruega de Stavanguer.
Tras pasar por París, Berlín, Londres y Ámsterdam, la diva estadounidense terminó su paseillo en Madrid, donde llenó el Palacio de los Deportes, mismo espacio que vibró hace dieciocho años en el último concierto que ofreció en la capital española.