La Navidad es uno de los momentos en los que se elaboran más platos, ya que no paran de sucederse grandes encuentros familiares a todas horas. Muchas veces, hay exceso de comida, y por no hacer que acabe en la basura solemos usar el congelador como una solución. El problema es que hay ciertos alimentos que pueden perder sus propiedades por lo que no convendría congelarlos. Estos son algunos de estos alimentos:
1 Huevos
Este producto no debería de acabar nunca en el congelador, ya que podría estallar si lo guardamos con la cáscara. En el caso de separar la clara de la yema sí se podría congelar, aunque en el caso de la yema es preferible batirla antes.
2 Frutas
Por lo general, es uno de los alimentos que peor tolera la congelación, con la excepción del plátano y de los frutos rojos. Por lo general, pierden su textura y empeoran su aspecto. Lo mejor es conservarla en la nevera o comerlas frescas.
3 Verduras
A pesar de que sí existe un gran número de verduras que se congelan o que directamente se venden congeladas, aquellas que se suelen comer en crudo, como puede ser el tomate, pierden su sabor y su textura al pasar por el proceso de congelación. Su paso por el congelador se podría realizar de mejor manera si se hierven o se escaldan previamente.
4 Patatas
Estén crudas, guisadas o cocidas, no es nada recomendable congelar este producto, ya que al pasar por ese proceso pierden la fécula, lo que cambia su textura y le quita todo su sabor.
5 Mariscos
Este alimento sí podría congelarse en el caso de que esté cocido previamente. En el caso de los bivalvos, las almejas, gambas y los langostinos pueden congelarse si se han comprado frescos.
6 Tartas y pasteles caseros
Su congelación no produciría cambio alguno en su sabor o en su composición, pero sí en su textura, lo que lo haría más incómodo de comer.
7 Recetas con salsas
Al congelar un plato con alguna salsa, tenemos fijarnos en que no sea mayonesa, salsa rosa o alguna otra salsa emulsionada como el alioli, o que lleve nata, ya que al pasar por la congelación se puede ver afectada su composición y llevar a un problema de seguridad alimenticia.