La pandemia y los confinamientos llevó a una caída drástica de otras patologías, entre ellas, la enfermedad neumocócica invasiva, que, sin embargo, ha experimentado un notable aumento con la vuelta a la normalidad hasta recuperar los niveles prepandémicos. Solo entre 2022 y 2023 se ha observado un aumento notable en el serotipo 3, también dominante en adultos mayores de 65 años.
La enfermedad neumocócica invasiva se cataloga como una infección grave causada por la bacteria Streptococcus penumoniae (neumococo). Esta patología puede producir una elevada variedad de patologías. Entre ellas: neumonía, sinusitis, otitis media, meningitis, sepsis, artritis, osteomielitis, celulitis o endocarditis.
Existen multitud de serotipos del neumococo, se estima que alrededor de 23 agentes invasores que pueden derivar en el origen de esta enfermedad en todo el mundo. Además, hay una serie de potenciales factores de riesgo a tener en cuenta, como inmunodeficiencia, asplenia, disfunción del brazo, diabetes o asma; así como tabaquismo o alcoholismo.
Prevención
El mejor protocolo de prevención instaurado en estos momentos ante esta enfermedad se encuentra en las vacunas. Existen tres tipologías desarrolladas para prevenir la patología actualmente.
Una de ellas es la vacuna polisacárida frente a 23 serotipos (VNP23) y dos vacunas conjugadas frente a 10 serotipos (VNC10) y 13 serotipos (VNC 13). En el calendario de vacunación recomendado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), se establece la vacunación infantil de neumococo y la vacunación de las personas a partir de los 65 años de edad.