La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un análisis sobre 14 máscaras de pestañas de color negro con efecto volumen que se comercializan actualmente en nuestro país. El organismo ha encontrado una concentración excesiva de dos sustancias que podrían generar daños para la salud: níquel y formaldehído.
El Reglamento de Cosméticos de la Unión Europea especifica que estos elementos están prohibidos entre los ingredientes. Sin embargo, sí se puede incluir su presencia entre los productos comercializados en la Unión Europea cuando se trata simplemente de trazas residuales que no se han añadido de forma deliberada y cuando no existen medios técnicos para eliminarlas.
Se trata de una posición con la que no muestra coincidencia la OCU, que considera que "se trata de una normativa laxa que atiende los intereses de las empresas cosméticas por encima de la seguridad de los ciudadanos".
El níquel se encuentra en los cosméticos como una impureza de las materias primas con los que se han fabricado, como los pigmentos, o incluso de los propios procesos en la fabricación del propio producto. Esta sustancia, sin embargo, presenta un gran problema, que es el mayor alérgeno en el contacto.
Por su parte, el formaldehído puede formarse cuando se combinan ciertos ingredientes, como los conservantes, y puede inducir problemas de sensibilización en la piel, por lo que probablemente sea una sustancia cancerígena.
Productos afectados por la alerta de la OCU
La alerta lanzada por la OCU afecta a varios productos. Se trata de los siguiente: Maxfactor Divine Lashes, Deliplus Maxi Volumen (Mercadona) y Chanel Le Volume. La OCU asegura que la concentración de estas sustancias es excesiva en estas máscaras de pestañas, en el caso del níquel para los dos primeros productos, y de formaldehído para el tercero.
Además de advertir de los peligros a los que se exponen los consumidores que utilizan estos productos a diario, la OCU también ha solicitado la intervención de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para que legisle obligando a establecer unas cantidades máximas.
La advertencia de la OCU
La OCU advierte, además, que la alegación "oftalmológicamente testado" que se encuentra en varias de las máscaras de pestañas analizadas no garantiza mayor seguridad para el ojo que en el resto de los productos.
La legislación actual ya establece que todos los productos deben ser seguros para el uso previsto, por lo que pasan una serie de pruebas específicas. El análisis de la OCU también advierte que justo la mitad de las 14 máscaras analizadas se venden sin precintar, algo que implica un riesgo añadido, puesto que se trata de un producto aplicado cerca del ojo y cuya higiene se debe preservar al máximo.
Por último, desde el punto de vista medioambiental, la OCU critica el impacto negativo de este tipo de productos. Primero, porque algunos usan un doble envase. En este sentido, señalan al propio tuvo de rímel y la caja exterior. Y segundo, por el mal diseño de algunos de ellos, donde se deja sin aprovechar hasta un 53% del contenido.