Los médicos de Estados Unidos han alertado del aumento de casos de un virus respiratorio común que hace enfermar gravemente a los niños más pequeños y también a algunos adultos. La expansión de este patógeno está llevando a un "aumento sin precedentes" de los casos de virus respiratorio sincitial (VRS), principal causa de infecciones de vías respiratorias inferiores como la bronquiolitis y neumonía en niños menores de un año.
Por este motivo, varios centros han declarado verse "desbordados", según la cadena CNN, en una época en la que no es habitual experimentar un aumento de casos por este virus. Monica M. Buchanan, directora senior de comunicaciones estratégicas y empresariales del Hospital Infantil de Conneticut, señaló al citado medio que "octubre ha sido un mes como nunca antes para el VRS".
Generalmente, el virus alcanza su punto máximo en invierno, pero en esta ocasión ha comenzado a circular en verano, algo que ha sorprendido y generado preocupación en los médicos. Los datos de vigilancia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) mientras que los casos detectados por pruebas PCR se han triplicado en los últimos dos meses, y ya se acercan a picos de 2021.
Virus sincitial
El virus respiratorio sincitial (VRS) es una enfermedad viral común, que generalmente causa síntomas leves similares a un resfriado. El 90% de los niños se habrá infectado pro el virus durante los dos primeros años de vida, incluso sufrirá más de un episodio. Sin embargo, en otros casos puede agravarse y requerir hospitalización. En bebés, puede provocar infecciones pulmonares graves, especialmente en ciertos grupos de alto riesgo.
Este virus se disemina en pequeñas gotículas que se dispersan por el aire cuando una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda, o por contacto directo, es decir, tocando, besando o estrechando la mano de alguien que ha contraído el virus. También se puede contagiar al tocar un objeto o superficie contaminada. El virus puede sobrevivir durante medio hora en las manos y hasta cinco en algunas superficies.
El período contagioso dura entre tres y ocho días, pero en los casos que involucran a bebés y personas con sistemas inmunitario debilitados, el VRS puede propagarse hasta 4 semanas, incluso cuando los pacientes ya no muestran síntomas.
Estos síntomas comienzan en un período estimado entre 4 y 6 días después de la infección e incluyen: congestión nasal, falta de apetito, tos, estornudos, fiebre y sibilancias. Generalmente desaparecen gradualmente. En los bebés, cuando experimentan cuadros graves, suelen tener los siguientes síntomas: dificultad para respirar, tos, cansancio, letargo e irritabilidad.
La enfermedad no tiene un tratamiento específico, pero existe una investigación abierta para hallar un fármaco y una vacuna, con el objetivo de encontrar una protección profiláctica. En el caso del medicamento, se trata del anticuerpo monoclonal niservimab, cuyos resultados en análisis han mostrado una eficacia del 79,5% frente a las infecciones del tracto respiratorio inferior atendidas médicamente, como la bronquiolitis o la neumonía, causadas por el VRS en lactantes nacidos a término o prematuros.
En cuanto a la vacuna, un ensayo publicado en la revista NEJM ha demostrado que un preparado basado en la proteína F "provocó respuestas de anticuerpos neutralizantes con transferencia transplacentaria eficiente y sin problemas de seguridad evidentes".
Recomendaciones de los CDC para la prevención de contagios
Los CDC estadounidenses han elaborado una serie de consejos para prevenir contagios de esta enfermedad, que son básicos ante la expansión de este virus:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos
- Evitar tocarse la cara, la nariz o la boca con las manos sin lavar
- Evitar el contacto cercano, como besarse, darse la mano y compartir tazas y utensilios para comer si se está enfermo o si otras personas están enfermas
- Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como pomos de puertas y dispositivos móviles
- Cubrirse al toser y estornudar con un pañuelo de papel