La Comisión Europea ha alertado sobre los restos de un plaguicida presente en sandías procedentes de Marruecos. La sustancia se denomina metomilo, y España alertó a la organización a través del Sistema comunitario de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff).
Se notificó el día 14 de julio, con actualización el día 20. La CE ya ha informado al resto de países de la Unión Europea (UE). La organización de consumidores Facua ha informado también del comunicado, en el que la CE afirma que la fruta supera los niveles de este pesticida permitidos por la normativa comunitaria. En concreto, se encuentran en una proporción de 0,38/-0,19 mg/kg-pmm, cuando el Límite Máximo de Residuos (LMR) está en 0,015 mg/kg-ppm.
Consecuencias graves
Los sistemas de detección de la UE han clasificado el riesgo de esta sustancia como "grave". No se han tomado medidas tras este descubrimiento. Según el informe publicado por la Comisión Europea en 2022, se encontraron registradas 990 notificaciones relacionadas con los niveles de pesticida a través de Rasff. Sin embargo, esto representó un descenso del 20% desde el año 2021.
Facua también ha recordado que el metomilo es "una sustancia que se usa como pesticida y que puede tener consecuencias graves en algunos casos". Declaran de la misma forma que el plaguicida puede provocar síntomas de intoxicación como "dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores y visión borrosa". Ademas, la mezcla de esta sustancia con el alcohol "puede impactar en el sistema nervioso".