Las estafas han evolucionado drásticamente durante los últimos años y algunos métodos se han perfeccionado. Los delincuentes trabajan buscando siempre los agujeros de seguridad más importantes para robar a las víctimas sin que sean conscientes.
Muchos de estos delincuentes se aprovechan de la falta de conocimientos de algunos usuarios. Uno de los lugares donde se registran con mayor frecuencia este tipo de estafas son los cajeros automáticos, uno de los grandes blancos para los cacos por el movimiento de dinero.
Por este motivo, es fundamental conocer todas las herramientas de seguridad de las que disponemos e incluso algunos trucos que pueden ser fundamentales para preservar nuestros ahorros. El simple uso de una tarjeta de crédito en un cajero puede terminar por representar un riesgo si no cuidamos de unos detalles fundamentales.
Cómo evitar estafas en los cajeros automáticos: pasos a seguir
Muchos estafadores han desarrollado importantes estrategias para robar información bancaria y acceder a todos los ahorros que muchas personas llevan trabajando durante años para hacerse con un capital con el que poder solventar su vida.
Una de las prácticas más comunes es el skimming, consistente en la instalación de dispositivos ilegales en cajeros automáticos. Dichos dispositivos pueden abarcar desde las cámaras ocultas hasta falsos lectores de tarjetas, diseñados para la captura de datos bancarios y el PIN de los usuarios sin que sean conscientes de lo que está ocurriendo.
Cuando ya han obtenido toda esta información, los delincuentes tienen la capacidad de clonar tarjetas y realizar el retiro ilícito de dinero sin levantar sospechas. A pesar de que algunas entidades bancarias refuerzan sus medidas de seguridad para evitar estos problemas, siempre es recomendable extremar las medidas de seguridad todo lo posible.
Entre la prevención que podemos realizar, se encuentran algunos pasos fundamentales. Entre ellos, inspeccionar el cajero para observar elementos sospechosos en el lector de tarjeta, teclado o pantalla; proteger el PIN cubriendo la mano para evitar que pueda ser registrado por cámaras ocultas; usar cajeros en le interior de las sucursales porque suelen ser más seguros que en la vía pública o desconfiar de extraños porque pueden ser estafadores.
Por otro lado, existen una serie de consejos complementarios que nos pueden ayudar de manera determinante. Entre ellos, revisar con frecuencia los movimientos bancarios y activar las notificaciones de cada transacción; reportar al banco cualquier actividad sospechosa; limitar la cifra máxima para retiradas diarias o diversificar los métodos de pago contemplando también el pago en efectivo.