La guerra en Oriente Próximo, que enfrenta principalmente a Israel con Irán ha tomado un nuevo escenario tras el lanzamiento de Teherán de 200 misiles sobre territorio israelí en respuesta a la invasión del sur de Líbano y la muerte de los líderes de Hamás y Hezbolá.
El conflicto se recrudece mientras surge el temor a una auténtica guerra regional en Oriente Próximo, que llevaría a un escenario imprevisible en que estallaría por completo el avispero en el que se ha convertido el territorio y donde los grupos tienen muchas cuentas pendientes entre sí.
Una de las consecuencias puede ser el petróleo. Esta zona del planeta es un punto muy sensible, caracterizado por el tránsito de mercancías, donde se encuentra el estrecho de Ormuz, un punto con el que juega Irán a través de las milicias hutíes en Yemen, con las que ha establecido alianzas.
Por este punto pasan ingentes cantidades de mercancías y casi un tercio de todo el petróleo transportado por mar en el mudo. Irán ha amenazado en varias ocasiones con cerrar este estrecho en respuesta a acciones militares y que podría llevar a cabo si la OTAN apoya militarmente a Israel.
Además, Irán es un importante productor de petróleo, puesto que es uno de los países con mayores reservas en el mundo y el sexto que más exporta de la OPEP. A pesar de que su crudo está sometido a sanciones internacionales por su régimen político, la realidad es que cuenta con importantes clientes, en especial Rusia, India y, sobre todo, China, que engrasa de este modo su maquinaria y lo refina para revenderlo fuera de estas restricciones.
De este modo, además de controlar el estrecho de Ormuz, Irán tiene la baza de cortar su propio grifo, algo que debilitaría enormemente la economía mundial, puesto que la oferta se reduciría drásticamente y los precios probablemente subirían en consecuencia.
¿Cómo ha afectado el precio del petróleo?
Todo ello evidencia que un conflicto abierto entre Irán e Israel, sobre todo si se interrumpe la producción o transporte de petróleo, supondría un fuerte incremento de los precios de la gasolina en todo el mundo. Los países europeos y Estados Unidos, principalmente, dependen de las exportaciones y su economía se vería afectada.
Por el momento, ya se muestran los primeros síntomas. Después del ataque de Irán a Israel del pasado martes, 1 de octubre, los precios internacionales se incrementaron un 2,65%, pero además las bolsas sufrieron un fuerte desplome que también afectó al Ibex 35.
Bajo el horizonte está la crisis del petróleo de 1973 y 1979, que derivaron en fuertes incrementos del oro negro y una recesión mundial derivada de la fuerte dependencia de la economía a este recurso energético.
