Al menos 143 personas han muerto en la provincia de Kwango, en la región suroccidental de República Democrática del Congo (RDC) por el brote de una enfermedad desconocida, de la que se han contabilizado por el momento 376 personas infectadas, según el Ministerio de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social del país, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por el momento se desconoce el origen del brote, aunque la mayor cantidad de fallecimientos se registraron entre el 10 y el 25 de noviembre. Los afectados comienzan con síntomas similares a una gripe, con fiebre alta y dolores de cabeza intensos. La OMS colabora con las autoridades locales para encontrar una respuesta y frenar la ola de contagios.
El vicegobernador de la provincia afectada, Remi Saki, ha expresado su seria preocupación por la rápida propagación de la enfermedad y la ola de contagios, puesto que la patología comenzó a detectarse en noviembre de 2025. El ministro de Salud, Apollinaire Yumba, también ha mostrado su preocupación por cómo se multiplican los casos.
Complicaciones para detectar el tipo de enfermedad
El operativo de las autoridades junto a la OMS está encontrando serias dificultades para identificar la enfermedad de este brote, y no se descarta que pueda responder a la mutación de un virus o un salto cualitativo que implicaría una enfermedad completamente nueva y desconocida.
La falta de recursos médicos en la zona y las dificultades logísticas del lugar complican seriamente la respuesta efectiva al brote, sobre todo para detener la ola de contagios. En este contexto, como expone el gobernador local Cephorien Manzana, dificulta enormemente la contención del brote.
Las personas que están siendo más vulnerables a este brote son los niños, por su sistema inmunológico más débil, así como las mujeres, como consecuencia de las condiciones de vida a las que se enfrentan, especialmente, en las zonas rurales del país.
En las zonas rurales, de hecho, los contagiados están muriendo en sus hogares por la falta de recursos médicos, con un elevado número de muertes evitables. Las autoridades sanitarias han llamado a la necesidad urgente de aumentar la presencia de médicos y medicamentos en la región, sobre todo para afrontar las consecuencias en las comunidades más vulnerables.
Las acciones de la OMS para controlar el brote
La Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja en colaboración con el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo para investigar la causa de la enfermedad y contener su propagación. El organismo internacional explica que tuvo constancia de la alerta la pasada semana y ha enviado un equipo de investigación para recolectar muestras y analizar posibles vínculos con otros virus o bacterias.
El control del brote y la identificación de la enfermedad son ahora prioridades en estos momentos, mientras avanzan las investigaciones. Sin embargo, la dificultad de acceso a las zonas rurales representa un serio desafío a la hora de controlar el brote y frenar su propagación definitiva.