Ya sea para hacer albóndigas, hamburguesas o comida mexicana, la carne picada suele ser un alimento muy versátil y en ocasiones más asequible que otros tipos de carne que podemos encontrar en el supermercado. El problema está en que muchas veces, lo que pensamos que es solo este producto animal, puede contener grandes cantidades de aditivos con respecto al porcentaje de carne real.
Debido a la gran inflación en los productos de alimentación, son muchas las familias que se han visto obligadas a cambiar los productos de siempre por otros más económicos. Esto combinado con la creciente tendencia en los supermercados de vender productos con peor calidad y distintos productos, conocido como "cheapflacion", está provocando una gran confusión a la hora de hacer la compra.
El fraude de la carne picada
Si somos de los que compramos nuestros productos frescos en las neveras de los supermercados y no en los mostradores de la carnicería y pescadería, debemos tener especial cuidado con los productos que seleccionamos. En lo que respecta a la amplia variedad de distintas bandejas con carne picada, se cuelan algunas que no son lo que dicen ser.
Se trata de los productos que se venden como 'burger meat' preparados para hamburguesa, pero que en realidad, dejan mucho que desear en cuanto a los ingredientes que aparecen en sus etiquetas. Según la OCU, al igual que otros preparados cárnicos, estos alimentos son una "mezcla de aditivos, sulfitos, espesantes, cereales o vegetales que se usan como aglutinantes y sí, carne, pero a veces el porcentaje inferior al 80%".
¿Carne picada? No. En realidad es un preparado de carne, compuesto por un 95% de carne y un 5% de otros ingredientes >>> pic.twitter.com/TLcD4FYCe1
— Miguel A. Lurueña (@gominolasdpetro) February 7, 2023
Sin embargo, estos tipos de carne picada, a pesar de causar confusión a sus consumidores están aprobados debido a la "coartada del nombre". Los preparados de hamburguesa, mientras tengan ese nombre o similar funciona como "licencia para enriquecer la carne con sulfitos, aditivos y un extra de grasa". Aun así, son muchos los clientes que la compran pensando que se están llevando una carne que no lleva ningún otro ingrediente más.
La recomendación de los expertos
Cada vez más se recomienda prestar extrema atención a las etiquetas de los productos donde aparecen sus ingredientes y valor nutricional. Ya no debemos dejarnos llevar por la apariencia de los envases y embalajes, aunque sean los mismos que llevamos comprando durante años.
Respecto a la carne picada, los productos que lleven ese nombre sólo deben contener carne sometida a un proceso de picado, es decir, un 100%. Cabe destacar, que los aditivos que pueden contener este tipo de productos no suponen una amenaza a la salud, en cambio, si se puede hablar de una cuestión de mayor o menor calidad.
También debemos tener en cuenta como consumidores, que la ausencia de estos añadidos indica un menor tiempo de conservación. La carne picada como único ingrediente, puede tener una caducidad de 24 a 72 horas, aunque existen otras variedades envasadas en atmósfera protectora que consigan hacerla durar un poco más.