La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha ordenado la retirada de unas legumbres tras recibir una notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias de Alemania a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF).
El producto en cuestión son las 'Habas cocidas receta palestina', procedentes del Líbano. Se ha detectado la presencia de sulfitos no incluidos en el etiquetado del producto, un tipo de aviso alimentaria que afecta a los consumidores con alergia o intolerancia a este tipo de aditivos.
La detección de la irregularidad ha sido realizada por el operador holandés que ha distribuido el producto a España, según explica la AESAN, además de a otros países de la Unión Europea. El mismo importador "ha informado a los clientes y solicitado la devolución del mismo con el fin de proceder a la modificación de la etiqueta".
Los datos del producto implicado son los siguientes:
- Nombre del producto (en etiqueta): Cooked Fava Beans (Habas cocidas) / Receta palestina
- Marca / Comercial: Chtoura Garden
- Aspecto del producto y tipo de envase: Lata de metal
- Fecha de consumo preferente: 30.04.24
- Código de barras: 5285001400225
- Peso de unidad/vol.: 400gr/u
- Temperatura: ambiente
"Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización", ha explicado la AESAN.
Como medida de precaución, se recomienda a las personas alérgicas o intolerantes a los sulfitos que puedan tener este producto en sus viviendas "que se abstengan de consumirlo". El resto de consumidores no se vería afectado por esta alerta.
Sulfitos
Los sulfitos son unos derivados del azufre que se utilizan en la industria alimentaria para alargar la vida útil y el buen estado de los productos. Tienen diversas funciones: desde prevenir la oxidación de aceites y grasas hasta evitar el crecimiento de bacterias, levaduras y mohos.
Estos aditivos están autorizados por los organismos de regulación alimentaria para ayudar a mejorar la preservación de los productos. Sin embargo, si la concentración es superior a 10 miligramos/kilo o 10 miligramos/litro, han de ser declarados en la lista de ingredientes que figura en el envase.
La razón es que pueden provocar reacciones alérgicas a algunas personas. La forma de prevenirlo es que el etiquetado, como ocurre con alimentos con gluten, indique su presencia. La presencia de sulfitos en los alimentos no es un problema para el resto de las personas en el caso de que no presenten ninguna intolerancia.
De hecho, los aditivos que comienzan por la nomenclatura E-2 son los 'conservadores', también llamados 'conservantes'. Su misión es aumentar la vida útil de los alimentos, ya que protegen de los microorganismos, entre otros. La clasificación abarca desde el ácido sorbito hasta los sulfitos, que son de declaración obligatoria precisamente por su carácter alérgeno.
Estos aditivos suelen ser habituales en el vino y el marisco por su capacidad para conservarlo con frescura, pero han aparecido en alertas alimentarias relacionadas con toda clase de alimentos, desde algunos complementos nutricionales a zumos concentrados o pescado ahumado.