La economía alemana ha entrado en recesión técnica en el primer trimestre de 2023, con una contracción del 0,3% de su Producto Interior Bruto (PIB), de forma que suma su segunda caídas consecutiva después del -0,5% del último trimestre del año.
La Oficina Federal de Estadística (Destatis) ha revisado a la baja su estimación anterior, en la que preveía un estancamiento y se evitaba la recesión técnica, la acumulación de dos trimestres seguidos con crecimiento negativo.
De esta forma, la economía alemana registra el peor comportamiento entre las grandes economías de la eurozona, puesto que España e Italia han crecido un 0,5% y Francia un 0,2%, mientras que por norma general, el promedio de la zona euro se situó en el 0,1%. El PIB de Estados Unidos en el primer trimestre creció un 0,3%.
Destatis confiaba a finales de abril en un estancamiento de la economía alemana que finalmente no se ha producido. En su análisis, indica que las subidas de precios resultan un lastre para las empresas, que afectan especialmente al consumo final de los hogares, que se ha reducido en un 1,2% en el primer trimestre de 2023.
Con todo ello, aumentan las probabilidades de que Alemania registre una recesión en el conjunto de 2023, aunque el Gobierno federal pronostica un crecimiento del 0,2% y el Fondo Monetario Internacional fija el estancamiento de la economía.
Alemania no vivía una recesión de su economía desde la pandemia, cuando sufrió una contracción de su PIB en los dos primeros trimestres de 2020. Antes, había acumulado una racha de 10 años de crecimiento sostenido. Los peores escenarios se habían planteado con la invasión de Ucrania, que finalmente no llegaron, con un crecimiento del PIB del 1,8% en 2022.
La inflación
La inflación es, para la mayor parte de los expertos, el principal lastre que afecta a la economía alemana. Sin embargo, el Bundesbank tiene esperanzas de que la situación tenga visos de mejorar durante la próxima primavera, en el segundo trimestre.
En su informe de mayo, la institución económica indica que la relajación de los cuellos de botella de la oferta, la elevada cartera de pedidos y los menores precios de la energía favorecen la continuación de la recuperación de la industria, con un consumo privado que se estancará pero sin caídas.
A pesar de todo, se destaca que el mercado laboral mantiene un crecimiento en el país. Durante los tres primeros meses de 2023, alrededor de 45,6 millones de personas estaban ocupadas en el país germano, un incremento de 446.000 trabajadores respecto al año anterior.