Hacer fotografías o grabar vídeos por debajo de las faldas o vestidos sin consentimento es una práctica, por desgracia, tan habitual que ya tiene incluso nombre propio. El delito conocido como 'upskirting' crece en Europa y algunos países ya han actuado en consecuencia.
En España, por ejemplo, no existe una legislación concreta contra esta actividad, pero se encuadra como un delito contra la intimidad. Por ello, llevar a cabo este tipo de conducta puede suponer entre uno y cuatro años de cárcel si se trata únicamente de la grabación, y entre dos y cinco años si el responsable difunde las imágenes en Internet.
De igual forma ocurre en Alemania, donde este tipo de agresiones solo pueden ser castigadas como delito administrativo y, además, en la mayoría de ocasiones no son siquiera penalizadas. Por todo ello, la ministra de Justicia alemana, Christine Lambrecht, ha decidido presentar un proyecto de ley para que fotografiar a cualquier persona por debajo de la falda, o el vestido, sea un delito punible.
"El que hace fotografías a mujeres y niñas por debajo de la falda está invadiendo su esfera privada y su derecho a la intimidad", señaló la ministra en unas declaraciones que ha publicado el medio alemán RedaktionsNetzwerk Deutschland.
La iniciativa triunfa en Internet
La política asegura, además, que considerar estas agresiones como delito administrativo "no es suficiente para proteger a las afectadas y para dejar claro a los autores que su comportamiento es absolutamente inaceptable", a lo que añade que "ese comportamiento humillante y denigrante no es un delito menor, sino que debería ser castigado como uno mayor".
La ministra se ha mostrado, por tanto, completamente decidida a reformar el código penal para impedir que la intimidad de las mujeres se vulnere de la forma en la que ahora se hace, cada vez de forma más habitual.
Mientras el proyecto de ley se encuentra aún pendiente de aprobación, la iniciativa ha encontrado el respaldo de Internet gracias a una iniciativa impulsada por las alemanas Hanna Seidel e Ida Maria Sassenberg, que tienen un objetivo claro: prohibir el 'upskirting'. Hasta el momento, cuenta ya con 90.000 firmas.
