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Eurovisión 2018: Alemania intenta resurgir con una canción de autor

Michael Schulte interpretará 'You Let Me Walk Alone', una canción en recuerdo de su padre fallecido.

Alemania puede que esté pasando por su peor momento en la historia de sus participaciones en Eurovisión. Luego de 63 apariciones siendo uno de los países que nunca se ha perdido ni una edición, los teutones llevan desde 2011 sin aparecer por el top-10, quedando tres años seguidos entre las tres últimas posiciones. De un país que parecía haber cambiado la tendencia luego de la victoria de Lena Meyer-Landrut en 2010, actualmente la progresión en el festival exigía un cambio de rumbo, el que parece llegar este año definitvamente. 

La Das Erste, televisión pública alemana, se propuso firmemente para esta edición generar una preselección de calidad, y con más de 200 canciones bajo la mesa, finalmente seis se jugaron el puesto en el 'Unser Lied für Lissabon', una preselección que congregó incluso a los artistas quince días de campamento, a fin de pulir al máximo sus canciones. Luego de este importante salto de calidad, tanto el jurado internacional (con nombres como Ruth Lorenzo, Lys Assia o Tinkara Kovac) como el público y un jurado de eurofans decidieron por unanimidad que fuera Michael Schulte el representante bávaro en Lisboa. Su canción, de momento, ha tenido una gran aceptación. 

Un miembro del Big Five necesitaba un cambio así

Schulte festejando su victoria en el Unser Lied für Lissabon
"Schulte festejando su victoria en el Unser Lied für Lissabon"

Siempre existe la duda de pensar si estar en el Big Five en Eurovisión es algo positivo o o no. El hecho de que haya determinadas naciones que contribuyan con más dinero al desarrollo de la UER, lleva a que países como Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido clasifiquen para la final del festival directamente. 

Dentro de esta coyuntura, da la sensación de que a veces estos países tiendan a la relajación. Frente a la presión de cualquier otra nación de crear un producto digno para afrontar una semifinal y hacerse con una plaza en la final del sábado, siendo del Big Five a veces la tranquilidad puede ser un punto que juegue en contra de la delegación.

Algo así le ha pasado en estos últimos años a Alemania. Tanto el año pasado, donde Levina solo conseguía superar a Manel Navarro en la clasificación, como los dos anteriores, donde los teutones quedaban últimos registrando hasta un cero en 2015, Alemania no llegaba a los mínimos para afrontar una final de Eurovisión. Este año sin embargo, el proyecto ha sido a gran escala.

Iniciando el proceso de búsqueda en octubre, Das Erste remozaba el formato de preselección que tan poco resultado les había dado, contando con expertos de primera línea para seleccionar las canciones. A un jurado interno para hacer la criba de seis canciones, se le sumaría la selección demoscópica de un jurado internacional eurofan de 100 personas y un jurado participante en Eurovisión con figuras de la talla de Ruth Lorenzo o Lys Assia, primera ganadora del festival en Lugano en 1956. De esta mezcla, Alemania presentaba seis canciones de calidad y actuales, que cambiaban la cara por completo del país para Eurovisión. De ellas, 'You Let Me Walk Alone' de Michael Schulte se convertía en el gran vencedor por unanimidad entre público y jurado. El país recuperaba un poco la ilusión. 

Un recuerdo a su padre fallecido

Schulte se dio a conocer en su habitación haciendo vídeos para YouTube
"Schulte se dio a conocer en su habitación haciendo vídeos para YouTube"

Respecto a la canción, Alemania se ha subido también al tren de las canciones a medio tiempo, más sosegadas. El efecto Sobral también ha llegado a Berlín, y de cara a la cita de Lisboa, Schulte trae una canción todo corazón, 'You Let Me Walk Alone'.

Optando por el inglés, algo que lleva sucediendo en las candidaturas alemanas desde 2008, la canción es un recuerdo al padre del cantautor, que muriera hace trece años.En una canción firmada por el propio Schulte junto a otros cuatro letristas alemanes, el tema de origen se planteó a piano, aunque las normas de Eurovisión y la prohibición de la música en directo ha llevado a reinventarla, sin perder la delicadeza de la canción. 

Con un estribillo pegadizo y una interpretación impecable, este chico que empezara en YouTube hace unos años (su canal recoge a más de 200.000 seguidores), llega a Eurovisión con una canción que desde su aparición no ha bajado del top-10 de las apuestas de pago. Calar con el mensaje en Europa y disfrutarlo en directo serán dos valores clave para una delegación que a bien seguro este año abandonará el vagón de cola del festival tras varios años en el ostracismo eurovisivo. 

De momento, su aparición en la preselección alemana ya ha desvelado todo lo que el natural de Holdstein puede ofrecer. Estamos en un año donde parece que menos será más, y en esta tesitura, la propuesta de la NDR ha entrado con muy buen pie en el mundo eurovisivo. Se viene cambio radical bávaro en Lisboa. 

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