Continúa el juicio contra los cinco acusados de matar a Samuel Luiz al grito de "maricón". Para los cinco acusados se pide una horquilla de entre 22 y 27 años de cárcel por asesinato con alevosía. La mayor pena es para Kaio Amaral, a quien también se imputa un delito de robo con violencia por sustraer el móvil de la víctima, así como un agravante de discriminación contra Diego Montaña y Katy Silva.
Durante la declaración, Kaio mintió ante los policías, puesto que afirmó que había acudido "solo a separar", algo que fue desmentido por la investigación: "Pudimos constatar que nos había mentido", ha declarado el agente durante la sesión, que afirmó además portar una "cazadora vaquera", que pudieron desmentir en las cámaras de seguridad.
En la declaración, el acusado señaló a Diego Montaña y Alejandro Freire como autores de la agresión. Además, situó en el lugar de los hechos a Alejandro Míguez.
Varios días después, según relata el agente de policía, entonces jefe de investigación de delincuencia organizada y violenta, un amigo de Kaio, el único que intentó parar la paliza, lo involucró: "Lo sitúa dando al menos una patada", relata. Después de visualizar las cámaras de seguridad, comprobaron que Kaio "ocultó que había ido corriendo para entrar en el núcleo de la agresión".
Alejandro "entra en el núcleo de la agresión, de donde sale despedido"
El agente también se ha referido a Alejandro Míguez, que ha explicado que relató que "estaba allí sentado", aunque "no se involucra en la paliza". Sin embargo, los vídeos de las cámaras de seguridad muestran que "entra en el núcleo de la agresión, de donde sale despedido".
Un testigo ha comentado ante el juez que Míguez se había quejado por lo ocurrido: "No pude hacer nada porque me agarró un negro", afirmó, criticando la acción de un ciudadano senegalés que intervino para salvar la vida de Samuel Luiz durante la "brutal cacería humana" a la que estaba siendo sometido.
El policía también ha apuntado a Katy Sivla Barros, de quien afirma que "apartó a Lina", amiga de la víctima, "impidiéndole que auxiliase a Samuel".
El agente considera que todo lo ocurrido fue una acción "grupal, inhumana y atroz" y que "ninguno se desvinculó del grupo", ha recalcado, durante una agresión en que la víctima cayó desplomada. Solo fue entonces cuando todos abandonaron el lugar corriendo por calles diferentes: "Si no tienes nada que ocultar, te vas por la misma calle".
Además, se ha pronunciado sobre la reunión que los acusados protagonizaron después en el parque Europa y San Diego, donde "todos se llamaron esa noche" para comentar lo ocurrido tras conocer que Samuel ya había muerto. Algunos llegaron a borrar los registros de sus teléfonos móviles para eliminar pruebas, aunque después fueron recuperados gracias a la operadora.