El terror yihadista comenzó en el municipio tarraconense de Alcanar. Así lo confirmaba el pasado jueves el jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero.
El pasado miércoles 16 de agosto a las 23.17 horas tuvo lugar una fuerte explosión en una urbanización de Alcanar. El suceso ocurrió en una casa que había sido recientemente ocupada y en la que había dos hombres, uno de ellos falleció durante la explosión y el otro, gravemente herido, fue trasladado al Hospital Virgen de la Cinta.
En un primer momento, las fuerzas de seguridad apuntaron a una alta acumulación de gas en el domicilio y barajaron la existencia de un laboratorio ilegal de drogas. Poco después encontraron una veintena de bombonas de butano que estaban siendo manipuladas en la propiedad.
La investigación dio un giro al sucederse una segunda explosión. Mientras los servicios de seguridad removían los escombros de la casa, una chispa de la retroexcavadora incendió un depósito acumulado de gas que acabó por estallar. Varios bomberos, Mossos y el operario resultaron heridos.
Fue después de esta explosión cuando empezaron a barajarse otras posibilidades. Se encontraron dos zulos en la parte trasera del domicilio y se confirmó que el gas que había provocado el segundo incidente no era butano.
Las sospechas se clarificaron tras el atentado perpetrado en la Rambla. Trapero apuntó que en la vivienda se estaba fabricando un artefacto explosivo. La confirmación llegó cuando en el registro de la furgoneta implicada en el ataque se encontró un pasaporte que coincidía con la identidad de uno de los heridos durante la primera explosión en Alcanar.
Tras las investigaciones pertinentes se han vinculado los tres sucesos -atentado en la Rambla, atropello en Cambrils y las explosiones- con una operación yihadista que tenía como objetivo Cataluña. El jefe de los Mossos ha establecido el municipio de Alcanar como origen de una célula terrorista compuesta entre cinco y siete personas