Nerea Jiménez, de 13 años, está desaparecida desde la tarde del pasado sábado. La joven fue vista por última vez con un conocido en la localidad de Ciaño (Asturias) sobre las 18.00 horas y su familia interpuso la denuncia esa misma noche, el 31 de marzo, en la Policía Nacional, al ver que no regresaba a casa. La investigación se centra ahora en la última ubicación que registró su teléfono móvil, que se encuentra desde entonces apagado o fuera de cobertura.
En el momento de la desaparición Nerea llevaba una chaqueta verde, pantalón vaquero azul, sudadera rosa y zapatillas de deporte blancas. A ella la describen en los carteles de búsqueda como una niña alta, de complexión delgada, pelo moreno largo y ojos negros. Asimismo, la familia de la niña asegura que es muy buena y responsable y que no tenía problemas ni se había marchado nunca.
"No sabemos dónde puede estar ni lo que ha pasado", cuentan los familiares de la menor en declaraciones al diario El Comercio. Su familia ha lanzado una intensa campaña en las redes sociales para publicar el caso y pedir colaboración ciudadana. Además, se está llevando a cabo una intensa búsqueda desde el sábado por la zona donde se la perdió la pista. La Policía, de momento, ya ha interrogado al entorno más cercano de Nerea. Los familiares esperan con esta campaña que las redes ayuden a encontrarla y que si ha sido una "chiquillada", consigan convencerla para tener en casa de nuevo.
El desarrollo de las investigaciones
La Policía investiga el caso desde el sábado 31, aunque por las pruebas que manejan hasta ahora, consideran que no se trataría de una desaparición "inquietante". Sin embargo, la Policía Nacional, encargada de la investigación, no descarta, de momento, ninguna hipótesis sobre lo que ha podido motivar la desaparición de la menor. La alarma ha saltado entre los 3.500 habitantes de esta parroquia asturiana.
Los padres dan la bienvenida a cualquier ayuda o pista que consiga volver a tener a su hija en casa. "Esperamos que ella lo pueda ver y regrese en cuanto antes a casa y evitar así más sufrimiento a su madre", decía una familiar cercana a la niña.