Al menos ocho niños han fallecido aplastados por la cómoda Malm de Ikea. El último, Jozef Dudek, murió en el acto después de que una cajoner se cayera sobre él mientras estaba durmiendo.
Las muertes por estos hechos llevan produciéndose desde 2014, y la única solución que ha propuesto la multinacional sueca ha sido la de anclar firmemente el mueble a la pared. Sin embargo, muchos de los compradores no son conscientes de que deben llevar a cabo esta práctica.
La compañía, mientras tanto, se defiende y asegura que las "instrucciones de montaje" son bastante claras al respecto y destacan que se ha ofrecido todo el materia necesario para anclar el mueble a la pared con garantías. Sin embargo, todo ello no ha evitado la tragedia y durante los años siguientes han sido varios los pequeños que han muerto por este mueble.
Con la tercera víctima, la compañía sueca decidió retirar hasta 29 millones de ejemplares de sus lineales, y se ofreció a reembolsar el coste de la cajonera Malm a todos aquellos que demostrasen que habían reforzado la seguridad del mueble como se indica.
Sin embargo, la cómoda continúa en venta en Europa, ya que todos los accidentes se han producido al otro lado del Atlántico. Sin embargo, muchos usuarios no han devuelto el mueble y se corre el peligro de que estos hechos vuelvan a producirse.
La delegación española de Ikea se reafirma en que el mueble es completamente seguro: "Este mueble se debe fijar a la pared con el dispositivo antivuelco que se incluye, para evitar que vuelque", afirman.
A pesar de todo ello, la familia del menor fallecido ya ha asegurado que emprenderá acciones legales contra la major sueca porque el diseño de la cómoda era demasiado peligroso y no se advirtió correctamente de ello a sus clientes.
En el caso de que cualquier persona en España (o de habla hispana) haya comprado un mueble de estas características Ikea, ha abierto una página web en la que se explica paso a paso cómo se deben de fijar los muebles a la pared de manera correcta para evitar cualquier suceso no deseado.