Perú vive una escalada de violencia con una jornada sangrienta, que llevó a este lunes, 9 de enero, a la muerte de 17 personas en la ciudad de Juliaca, varios de ellos por herida de bala. Los disturbios están motivados por la presencia de Dina Boluarte en el poder, que se ha alzado tras la salida de Pedro Castillo (que enfrenta una pena de prisión de 18 meses por rebelión y liderar una organización criminal acusado de 'autogolpe'), y han dejado ya 46 personas sin vida desde que la presidenta está en el cargo.
Entre los fallecidos, hay una menor de 17 años. Además del choque directo entre manifestantes y fuerzas de seguridad, las autoridades también han notificado la muerte de un bebé de 35 semanas por "hechos vinculados al bloqueo de vías", que perdió la vida en la ambulancia que lo trasladaba al hospital donde había sido derivado a un especialista.
Perú: #enfrentamientos dejan al menos 17 muertos
— DW Español (@dw_espanol) January 10, 2023
El epicentro de las protestas fue la ciudad de #Juliaca en las inmediaciones del aeropuerto.
La Defensoría del Pueblo pide al gobierno de #DinaBoluarte una salida politica a la crisis que atraviesa el país.#DWNoticias /cmw pic.twitter.com/TINfSdmE9b
Dina Boluarte, que fue vicepresidenta con Pedro Castillo, asegura que está siendo víctima de sectores de la "extrema izquierda radical" que apoyaron al expresidente. La actual presidenta, alzada tras la caída de Castillo por su detención en el 'autogolpe', quiere mantenerse hasta 2024, señalando que se trata de una fecha que representa un "adelanto electoral" respecto a la legislatura que había marcado su antecesor.
Renuncia entre su entorno
Mientras tanto, dentro del entorno que apoyó en un primer momento a Boluarte, empiezan a surgir las voces que piden su renuncia. Entre ellas, Jair Pérez, que fue nombrado el 10 de diciembre como ministro de Cultura o la extitular de Educación, Patricia Correa. Ambos fueron presentados como parte del primer gabinete de Boluarte y renunciaron seis días después como consecuencia de las muertes que se estaban produciendo en las manifestaciones. Pérez ha escrito un hilo en Twitter en el que pide un nuevo gobierno para Peru: "Solicitamos un consejo consultivo con intelectuales y académicos [...] Hoy los muertos se han incrementado y su gobierno se hace insostenible, necesitamos una salida pacífica y con participación de organizaciones internacionales y agentes políticos legítimos".
Hoy los muertos se han incrementado y su gobierno se hace insostenible, necesitamos una salida pacífica y con participación de organizaciones internacionales y agentes políticos legítimos. (6/7)
— Jair Pérez (@jairperezbranez) January 10, 2023
"Nuestro pueblo no debe derramar ni una gota de sangre, jamás. Renuncia Dina. Ni una muerte más", exige Jair Pérez de forma contundente en su hilo en redes sociales.
Boluarte, mientras tanto, intenta una huída hacia adelante y busca culpables internos y, también, externos, mientras su población se lanza a las calles. Otra de sus decisiones ha sido señalar al expresidente boliviano, Evo Morales, a quien ha prohibido entrar en territorio peruano, junto a ocho ciudadanos del país. A juicio del Gobierno de Boluarte, Morales se inmiscuyó en la vida interna de Perú y se muestra tajante: "No vamos a permitir que ningún presidente, expresidente, ni líder, ni personaje se inmiscuya en los asuntos de Perú".
Estos movimientos, sin embargo, unen a Boluarte, exvicepresidenta con Castillo, a la derecha peruana, y la alejan de los sectores vinculados al ya expresidente peruano, muy afín a Morales.
Mientras tanto, la política peruana vuelve a mostrar una profunda crisis, de corrupción y de confianza. Una situación que se traslada a la población en su conjunto, que vive una ola de violencia que ya ha dejado 46 muertos.