El asesinato de Samuel en A Coruña ha conmocionado a todo el país por la dureza de los hechos y el trasfondo que, a falta de conocer el avance de las investigaciones, parece tener el caso. El delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, no descarta que sea un caso de homofobia tras la declaración de los testigos.
Para el joven, la noche previa al suceso era muy importante. Había pasado toda la pandemia trabajando en una residencia de ancianos tras conseguir su título de auxiliar de enfermería en el CIFP Ánxel Casal de A Coruña. En este centro llevaba cuatro años trabajando y, la noche en la que salía, era la reapertura del ocio nocturno hasta las tres de la madrugada, tras diez meses de cierre. De ahí que se fuera a pasar la noche con unos amigos a un pub del paseo marítimo de Riazor.
Un día después, decidió repetir la experiencia tras haber superado todas las expectativas. Quedaron a las 22:00 horas del viernes 2 de julio. Estaban Diego, Lina y Andrea, además de Samuel. Una vez en el pub, disfrutaron de la noche hasta casi las tres de la mañana. Diez minutos antes del cierre, Lina y él salieron a fumar y hacer una videollamada a Vanesa, pareja de Lina, dejando a sus amigos dentro del local.
Samuel y Lina se conocían desde hacía seis años, puesto que habían compartido ciclo profesional. Meses antes, ella también había empezado a trabajar en la misma residencia de ancianos en la que él trabajaba. Vanesa, que conocía a Samuel por Lina, no esperaba la videollamada. Relata al diario El Mundo que ambos habían disfrutado de la noche y que Samuel quería convencerla de salir también el sábado.
"O paras de grabar o te mato, maricón"
Pero todo cambió en cuanto aparecieron los agresores. Cuando ambos estaban relatando anécdotas de la noche, giraron el móvil para mostrar por dónde habían pasado, momento en el que estaban pasando dos personas de la misma edad que el joven.
Samuel y Lina le explicaron que era un malentendido y que únicamente estaban realizando una videollamada. Vanesa, incluso, levantó la voz desde el otro lado de la pantalla para explicar por videollamada qué es lo que estaba realmente sucediendo.
Sin embargo, el hombre dejó de lado al resto de personas, se dirigió única y exclusivamente a Samuel y le espetó lo siguiente: "O paras de grabar o te mato, maricón". Samuel respondió: "Maricón, ¿de qué?". Él nunca había tenido la necesidad de esconder su orientación sexual y estaba rodeado de gente que le había respetado.
Fue en ese momento cuando el agresor le pegó un puñetazo y Lina empezó a gritar, según relata al diario El Mundo. El vídeo se bloqueó en ese momento, pero el audio seguía, recuerda Vanesa, que solo escuchaba a Lina gritar: "¡Déjalo, es mi amigo, por favor, déjalo!".
Lina asegura que había otras joven que primero intercedió para intentar separarlos, pero que luego, cuando vio que ella también iba a actuar, le espetó: "Aparta, que no piensas nada aquí". Luego llegó otro joven, que sí intercedió y evitó más golpes por parte del agresor. "Gracias a él no siguió pegándole. No le he vuelto a ver y quisiera que sepa que todos los amigos de Samu estamos enormemente agradecidos por su gesto valiente", relata a El Mundo.
Samuel quedó con contusiones en la cara, mientras que Vanesa salió a buscar el móvil de Samuel, como le había pedido el agredido. Él se quedó con el joven que le había ayudado y otra chica que no conocían previamente.
Pero todo cambió en un momento. Tan solo cinco minutos después, el agresor volvió con otras 12 personas, que aprovecharon la ocasión para acorralarlo y asesinarlo a golpes. "Vi a lo lejos que una multitud de gente se movía a gran velocidad y salí corriendo hacia ahí. Escuché que alguien gritaba '¡maricón de mierda!' Cuando llegué me encontré a Samuel en el suelo inconsciente, ellos ya no estaban, lo habían dejado allí tirado y se habían escapado corriendo. A Samu le dio tiempo a cruzar la calle tratando de protegerse. Pero cuando lo vi supe que no iba a salir adelante", relata.
Samuel no pudo sobrevivir a la paliza y finalmente murió en el hospital de A Coruña la misma madrugada del sábado 3 de julio. Las palabras homófobas han despertado una ola de indignación en plena semana de la celebración del Orgullo LGTBI, mientras que el caso todavía no se investiga como crimen homófobo.