"Panchito de mierda", "sudaca", escupitajos... estos son solo algunos de los elementos que incluyen la última agresión racista vivida en el Metro de Madrid, producida por tres jóvenes que viajaban en la línea 4 a la altura de la estación de Esperanza. La Policía ya ha detenido a dos de las tres acusadas por un delito de odio y han sido puestas a disposición de la Fiscalía de Menores. Además, se contempla también otro delito de coacciones y amenazas, además de otro contra la salud pública por escupir a sus víctimas en plena pandemia.
Las agresoras aparecen tapándose la cara cuando una de las personas presentes empieza a grabar lo que está sucediendo. Pero poco después muestran su cara para seguir acosando a la pareja e incluso amenazar a quienes están acreditando la agresión.
La víctima de la agresión elude entrar a defenderse de las jóvenes, mientras que el resto de los pasajeros no intercede. Tan solo la mujer que graba las imágenes, donde queda patente la agresión y que han circulado por todas las redes sociales.
Un delito castigado con penas de cárcel y multa
Esta agresión conlleva penas de cárcel y multa. Un precedente se encuentra en 2016, cuando un hombre fue condenado a seis meses de cárcel y multas que suman 420 euros por agredir a una mujer asiática en una parada de autobús de Barcelona al grito de "¡China de mierda, te voy a matar, hija de puta, vete a tu país!".
El magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona certificó que aquellos hechos no solo constituían una mera agresión, sino un delito de odio: "Insulta y agrede a la denunciante con motivo de su raza y procedencia", destacó en su escrito.