Un joven de 23 años ha sufrido una brutal agresión homófoba en Granada capital tras defender a una pareja gay que estaba siendo acosada en la puerta de una discoteca. Los hechos se han producido de madrugada en un local nocturno ubicado en la calle Duquesa.
El joven ha permanecido hospitalizado como consecuencia de las heridas: "Intenté hacer algo bien y me dieron de hostias", ha lamentado en declaraciones al diario local Ideal de Granada.
Carlos, la víctima, asegura que se encontró a la pareja mientras estaba siendo increpada por un grupo de agresores: "No recuerdo muy bien qué les decían, pero tuve el impulso simplementre de decirle a la pareja que se fuera para evitar que esas personas les molestaran más".
Ese fue el hecho que desencadenó la ira de los agresores: "En el momento en el que me metí, los individuos comenzaron conmigo". El joven ya ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional.
El joven no recuerda bien cómo eran sus agresores. Solo que uno de ellos era alto. Sí reconoce que tuvo un encontronazo verbal con ellos a cuenta de su reacción y que lo único que recuerda es que, de buenas a primeras, le dieron un puñetazo y ahí comenzó la paliza a la que se sumaron dos chicos más.
Intentó llegar a su casa, pero fue incapaz de llegar
Cuando terminó la agresión, el joven asegura que intentó comenzar su camino de regreso a casa, pero no pudo terminarlo. Recuerda que comenzó a sangrar y a encontrar dificultades para caminar hasta que se encontró con un grupo de jóvenes que le convencieron para acudir a un centro de salud.
A partir de aquí, los recuerdos se entremezclan. El joven solo se ve caminando bajo una cortina de sangre, hablando con médicos o policías y, finalmente, en los pasillos del hospital donde finalmente fue hospitalizado.
El joven ha permanecido allí una noche y el día siguiente en observación. El parte médico señala una rotura en un hueso de la capidad ocular derecha y tiene un párpado inflamado.
Asegura, además, que tiene mucha impotencia, pero que no siente miedo por reencontrarse con sus agresores. Carlos lamenta que su actuación solo haya servido para terminar en un hospital, aunque sí reconoce que no se arrepiente en ningún caso de su gesto.