Un joven de 17 años ha denunciado una agresión homófoba en Valencia, a cuatro días de la celebración del Orgullo LGTBI, que destaca por su brutalidad: "Iba cogido de la mano con un amigo en la plaza de Honduras, era la una de la mañana y terminábamos de cenar y de repente unos chicos nos gritaron '¡Maricones!º. Pasé miedo porque no era la primera vez que me lo decían, pero cuando me giré, de repente, un chico me pegó un puñetazo en la cara, me caí al suelo y me pegaron entre los dos", relata al diario Levante.
La agresión no quedó ahí: "En el suelo medio consciente, me siguieron pegando, me quitaron el móvil y posteriormente se fueron". Los hechos ocurrieron durante la madrugada del jueves en la plaza de Honduras de Valencia, cuando dos jóvenes de unos 20 años le partieron la ceja y patearon en el suelo por su orientación sexual.
Su amigo pudo escapar de uno de los chicos, pero Eric cayó al suelo de un puñetazo, momento en el que le agredieron entre dos personas. Varias amigas alertaron rápidamente al resto de personas, pero cuando llegaron, los agresores ya se habían ido, según relata Eric. Minutos después, llegó una patrulla de la policía, que le trasladó para que le dieran atención médica.
La víctima, de nombre Erick, afirma: "Me sentí... no culpable, pero no me lo estaba creyendo, que me estuviera pasando eso, estaba en shock. Cuando pasó todo me sentí súper indefenso y sobre todo una sensación de impotencia, de sentir que no puedes hacer nada y que puede pasar en cualquier momento solo porque vas haciendo tu vida, solo por ir cogido de alguien de la mano".
"Lo que ahora siento es tristeza: "¿cuando tenga una pareja, ya no puedo cogerla de la mano?"
El joven asegura que ya ha vivido experiencias previas de rechazo como consecuencia de su homosexualidad, puesto que vivió episodios de bullying en el colegio, aunque "el colegio se portó y en seguida se acabó, tuve la suerte de que fue así". Pero también lo ha vivido en la calle: "Lo he sufrido, que te digan maricón... aunque nunca una agresión física".
Eric ahora se cuestiona si no podrá volver a salir a la calle acompañado de la mano de su pareja para evitar otra agresión similar y recuerda que ya vivía con el miedo cuando recibía insultos, pero la circunstancia de ir con un amigo por la calle le hace temer "no poder hacer vida".
"Me duele la nariz, tengo el ojo hinchado y un punto en la ceja, algunos moretones en el cuerpo y me duelen la cadera y las costillas. Pero en realidad lo que más me dolió no fueron los golpes", ha relatado el joven.