En la madrugada del pasado domingo 17 de abril, Ángel Márquez se lo estaba pasando bien en la discoteca Akuarela Playa, en Valencia, cuando, según ha denunciado a través de su perfil de Instagram, fue víctima de una "brutal paliza" homófoba que le ha provocado una fractura de tabique nasal, un edema en la oreja izquierda y un traumatismo craneal.
El joven se encontraba en la sala grande del establecimiento acompañado de un chico cuando se le acercaron tres sujetos entre amenazas para que abandonara el establecimiento, a lo que él se negó. Su negativa provocó la ira de los tres sujetos y uno de ellos se abalanzó sobre él.
"A base de repetitivos golpes en la cara me tiró al suelo, seguidamente, empecé a recibir golpes e insultos de sus amigos, entre ellos: 'maricón de mierda', 'hijo de puta', 'la gente como tú se tiene que morir'", detalla la víctima. Una de las amigas del joven, al tratar de defenderlo, también acabó en el suelo y recibió varios golpes que le han dejado marcas en la cara.
Especialmente grave fue la actitud de los responsables de la discoteca. Cuando la seguridad del local se acercó, lejos de ayudar a la víctima, lo echaron. "Entró un seguridad y pensando que me iba ayudar, me tiró de malas formas fuera de la discoteca sin tomarme declaración de lo ocurrido y dejándome con las lesiones", denuncia Márquez junto a una fotografía de su cara hinchada y llena de magulladuras de los golpes.
"Contra el odio, más derechos"
Después de que la denuncia se hiciese pública, el director general de Igualdad en la Diversidad, José de Lamo, ha subrayado la condena de la Generalitat ante las agresiones homófobas mostrándose especialmente preocupado por la "vulnerabilidad de la población LGTBI+ en esos espacios de ocio". Así, ha instado a la discoteca a dar una explicación.
Por su parte, el Observatorio valenciano contra LGTBIfobia, en un mensaje en redes sociales, ha mostrado su "más rotunda condena" y todo su apoyo a la víctima. "Ni un paso atrás. Contra el odio, más derechos", han manifestado.