"Os voy a matar a todos": Hasta ese punto llegaron las amenazas de la brutal agresión, incluida física, que vivieron un grupo de jóvenes en Granada, por el único motivo de su orientación sexual. Los hechos ocurrieron durante la pasada madrugada del domingo al lunes, cuando un hombre se cruzó con este grupo de cuatro personas y empezó a increparles hasta golpear a uno de ellos y dejar a los otros tres paralizados.
Los jóvenes regresaban de una boda cuando, en un momento fruto de la felicidad del momento, iban cantando y el agresor interrumpió el momento. Según relatan los jóvenes, se trataba de un hombre corpulento de 35 años que se acercó a sus víctimas para gritarles "puto maricones" y proferir todo tipo de amenazas.
Después, llegó a empujar a uno de los jóvenes hasta que llegó a tirarlo al suelo contra la pared, con el objetivo de seguir golpeándolo. Sin embargo, la rápida actuación de dos mujeres que caminaban con el agresor logró detenerle al sujetarle y pedir perdón al agredido y sus amigos. A pesar de todo, el hombre siguió insultándoles y profiriendo amenazas.
Anoche nos pegaron en Granada al grito de maricón.
Así, sin más.
Íbamos los únicos 4 maricas de la boda de camino a un bar a las mil cantando y nos cruzamos con un energúmeno inmenso que se dio por aludido y que amenazó a uno de nosotros hasta tirarlo al suelo contra una pared.— Carlos Rubio Palao (@charlsblond) October 3, 2022
Ante la situación que estaban viviendo, los jóvenes no supieron cómo reaccionar. Carlos presenció cómo golpeaba a su amigo, pero afirma que no hizo nada porque la violencia "no soluciona los conflictos". Además, afirma que las chicas que acompañaban a su agresor les pidieron ue se marchasen del lugar para que la situación no fuera a más, pero que hubo un momento en el que la rabia les llevó a golpearle porque, además, eran cuatro personas contra una.
Carlos explica que una pareja heterosexual se cruzó con ellos y que el denunciado seguía gritándoles. Estas personas incluso llegaron a preguntarles si habían hecho algo para motivar su violenta reacción: "¿Eso justificaría la agresión?", se cuestiona. "Íbamos cuatro maricones cantando por la calle y un energúmeno que merece todas las agresiones y desprecios y brutalidad del mundo nos detectó al instante: son cuatro contra uno, sí, pero marines, jamás se atreverán a defenderse".
"Nuestra pluma les repugna y violenta"
Carlos remata: "No hay más. No le dijimos nada. No le miramos. No le provocamos", insiste. Los jóvenes afirman que podrían reconocer al agresor y que su complexión era fuerte, medía alrededor de un metro ochenta, tenía el pelo pelirrojo y aparentaba alrededor de 35 años. Quieren que responda ante una agresión contra la libertad sexual de sus víctimas.
Ante el cuestionamiento sobre si habían provocado, recuerda: "Nuestra pluma les repugna y violenta, nuestra manera de cantar, de bailar, de movernos y sabernos libres. Todo eso les rabia por envidia y por monstruos. ¿Cuántas barbaridades más tienen que pasar para que como sociedad castiguemos ese odio que queda impune? Sigo en shock", concluye.