Golpes y patadas, en una brutal paliza al grito de "maricón". Esta es la situación que tuvo que sufrir un joven y su pareja edurante la Noche de San Juan en Almería. Cristian Osorio y su pareja Juanfran Alcón se encontraban en el evento celebrado en la ciudad cuando, a las 05:00 horas, vivirían una auténtica pesadilla.
Un viandante se acercó a ellos a pedirles un cigarrillo, a lo que respondieron negativamente. Fue en ese momento cuando, como relatan, el agresor empezó a insultarles por su orientación sexual al grito de "maricón" en repetidas ocasiones, comenzó a golpearles y arrojó agua en la cara. Una situación que solo era el inicio de lo que venía
El agresor huyó y su familia fue tras él para fotografiarle e interponer una denuncia. Fue en ese momento, como relata a Diario Sur, cuando "se dio cuenta de que iba con el móvil detrás, me dio una patada en el costado y, en el suelo, me reiteró más", explica Alcón.
Fue en ese momento cuando el hombre centró su atención en la pareja de Alcón, Cristian, a por quien fue inmediatamente. "Me golpeó en la cabeza y me dejó inconsciente en el suelo", ha explicado la víctima, que también denuncia que "me reventó por dentro parte de la mejilla izquierda".
Cristian ya no recuerda nada más. Alrededor de las 07:00 horas, su pareja le trasladó al hospital, donde fue intervenido de urgencia y los médicos tuvieron que ponerle ocho grapas en la cabeza dada la gravedad de las heridas por la agresión.
Las consecuencias de la agresión no se reducen a las heridas, sino también a los efectos psicológicos de todo lo sufrido. Por estos casos, está experimentando síntomas compatibles con estrés postraumático, episodios de tristeza, depresión y miedo.
No es la primera vez
A pesar de que la pareja no había sufrido previamente una agresión física de estas características, narran que la discriminación es habitual por hechos tan simples como salir a la calle cogidos de la mano o acudir al gimnasio, que por cierto temen en las actuales circunstancias.
Señalan que los comentarios, risas e insultos por la calle son una tónica habitual por su orientación sexual, que "lamentablemente se experimenta un retroceso" y ahora han alzado la voz para que este tipo de hechos tengan visibilidad y no vuelvan a repetirse.