Hace un mes que las instalaciones de RTVE en Cataluña están siendo vigiladas por una pareja de agentes de paisano debido principalmente a la crisis política.
El director de la cadena pública en el terrirorio catalán, Carles González, admite que ha sido una decisión impuesta desde el Gobierno central, que decidió enviar una patrulla adicional porque el medio de comunicación se encuentra dentro de "una ruta de vigilancia especial".
Esta ruta está compuesta por una serie de puntos estrátegicos cuya seguridad se ha reforzado en previsión de lo que pueda pasar y adelantándose a una posible acción de los "sectores radicales" del bando independentista, aunque esto último no lo ha dicho explícitamente. González se justifica diciendo:
Estamos ante un escenario inesperado y no sabemos qué puede pasar ni dónde. Puede ser que en un momento llegue un grupo de 50 personas que quieran entrar a la fuerza y puedan hacerse con el control del centro o cortar las emisiones
Presencia en la radio y la televisión
El director de la cadena de televisión en Cataluña ha explicado que ya hace dos semanas que los agentes patrullan por la zona y que no se encargan de vigilar únicamente las instalaciones de la televisión, situadas en Sant Cugat del Vallès, sino que también vigilan la radio situada en Poblenou.
También ha confesado que no sabe cuánto tiempo contarán con la presencia de los agentes de refuerzo: "No lo hemos pedido nosotros y no lo controlamos, así que no sabemos". Ha insistido en remarcar que el objetivo de la vigilancia es garantizar las emisiones y la seguridad de los trabajadores.
Comisiones obreras manifiesta su descontento
La presencia de los agentes ha inquietado a algunos de los trabajadores de la cadena que hacía días que veían a dos personas desconocidas en la cafetería, sin explicaciones de quiénes eran.
Han pedido en un comunicado realizado el domingo a través del sinidcato CCOO explicaciones sobre la presencia de los agentes: "¿Quiénes son? ¿Por qué están ahí? ¿Cuánto tiempo se van a quedar?".
Según el sindicato, existe una preocupación común entre los trabajadores por la posibilidad de que estén siendo espiados. "¿Podemos hablar libremente? ¿Están tomando nostas de los comentarios que hacemos?".
Los trabajadores no ven necesaria la presencia de agentes extra ya que en la cadena ya cuentan con un servicio de seguridad privada con vilantes armados, se cuestionan:
¿Si en momentos de alerta por yihadismo y después de los atentados no enviaron a nadie, por qué ahora sí?