La idea de que Trump ocupará la Casa Blanca es algo que el mundo aún tiene que asumir. Contra todo pronóstico el empresario ha sido elegido Presidente de los Estados Unidos, siendo el número 45 en pisar el Despacho Oval. El republicano ha realizado una campaña bastante polémica, sobre todo en relación a sectores históricamente menospreciados por la sociedad, como las mujeres, los inmigrantes y el colectivo LGTB. Este último colectivo atraviesa unos momentos de incertidumbre debido a las declaraciones contradictorias que tanto Trump como su equipo han realizado durante la campaña. Recogiendo sus puntos clave: estas podrían ser las consecuencias de que Trump ocupe la Casa Blanca:
1 El matrimonio homoxesual
Este tema ha sido uno de los más problemáticos a la hora de discernir cual es la posición de Trump, ya que a lo largo de su vida mediática ha adoptado varias posturas al respecto.
Según recoge GayTimes, una de las primeras declaraciones que se tiene del magnate sobre este tema es en una entrevista donde declaró que la institución del matrimonio "debe ser entre un hombre y una mujer". Posteriormente, en unas declaraciones para Bill O'Reilly afirmó: "No me siento bien con él, estoy en su contra. Es una postura bastante rara, porque vengo de Nueva York, ¿cómo se puede estar en contra del matrimonio homosexual viniendo de allí? Pero estoy en su contra". Más tarde en una entrevista con la CNN sostuvo que apoyaba "el matrimonio tradicional".
Sin embargo, cuando la Corte Suprema dictaminó que el matrimonio era un derecho constitucional para personas del mismo sexo, Trump acató la decisión y, a pesar de no estar de acuerdo, no apoyó una enmienda que permitía a los estados re-prohibir el matrimonio homosexual.
Una de cal y otra de arena, ya que después de este gesto, Trump retomó su postura tradicional al afirmar para la FOX que podría nombrar jueces que anulasen la decisión de la Corte Suprema.
2 Discriminación laboral
Pocas cosas podemos borrar de Internet, eso lo debería de saber Trump. En una página que intentó eliminar de la nube, pero que se puede recuperar a través de los sistemas de caché de Google, Trump se comprometía a apoyar la Ley de Defensa de la Primera Enmienda (FADA).
Esta norma sería la excusa perfecta para que los empresarios puedan discriminar a las personas por sus inclinaciones sexuales, ya que lo que recoge es el derecho a dirimir en base a creencias religiosas. Según la página web del Congreso, FADA permitiría "al gobierno federal tomar medidas discriminatorias contra personas en base a que una persona actúa en base a un principio religioso o convicción moral de que: (1) el matrimonio es o debe ser reconocido como la unión de un hombre y una mujer, o (2) las relaciones sexuales están debidamente reservadas a dicho matrimonio".
En su página web, Trump declaraba que si era elegido presiente "y el congreso aprueba la Ley de Defensa de la Primera Enmieda, la firmaré para proteger la profundas creencias religiosas de los católicos y las creencias de los estadounidenses en todas las religiones".
3 Terapias de "reconversión"
Muchos americanos no estaban preocupados tanto por Trump como por su compañero, y ahora vicepresidente, Mike Pence, gobernador de Indiana desde 2013 y declarado anti-LGTB.
Entre las afirmaciones más polémicas de Pence se encuentra: "El declive de la sociedad nace fruto del deterioro del matrimonio y la familia". No era de extrañar pues, que en 2006 apoyase una moción que establecía que el matrimonio tan solo podía ser entre un hombre y una mujer.
Sin embargo, el aspecto más polémico del vicepresidente es su proclamada afinidad hacia las 'terapias de reconversión', es decir, de aquellas prácticas pseudocientíficas que pretenden cambiar la sexualidad de una persona a través de tratamiento tan peligrosos como el electroshock. En el año 2000 Pence escribió en su web: "Los recursos deben dirigirse hacia aquellas instituciones que dan ayuda a las personas que quieren cambiar su comportamiento sexual". Aunque ya hayan pasado 16 años de esto, no se ha constatado un cambio en la actitud de Pence.
4 Los derecho del baño
Este es otro de los puntos donde Trump mostró un comportamiento más cercano al colectivo LGTB. En una entrevista para la NBC se le preguntaba por la polémica ley H.B. 2 de Carolina del Norte. Esta ley está fundamentada en unas leyes discriminatorias en el uso de los baños públicos, al establecer pautas como "el sexo biológico es la condición física masculina o femenina establecida en el certificado de nacimiento de cada ciudadano" o "Si un estudiante o un adulto pide que se le dé acceso a un baño para un género distinto, deber serle negado". Trump quiso aclarar que no estaba de acuerdo con esta medida: "Lo dejas como es. Ha habido muy pocas quejas de la manera que es. La gente va, usa el baño que considera apropiado y ya". Además invitó a Caitlyn Jenner a ir a la Torre Trump y usar el baño que guste.
A pesar de este paso hacia delante, meses después en unas declaraciones para The News & Observer cambió de opinión y afirmó que la ley iba con el Estado.