A lo largo de la historia ciertas profesiones han ido despertando una especie de halo sexual: enfermeras, policías, profesoras, azafatas... Todas ellas se han ido encumbrado hacia una especie de mito erótico. Sin embargo, ser parte de este "mito" hace que muchas veces se pierda el respeto por ellas y se llegue a tratar a las profesionales como un verdadero divertimento. Este ha sido el caso de una azafata de la compañía Alaska Airlines cuya historia ha sido narrada por una de las pasajeras del vuelo.
"Hoy tuve una experiencia que me ha hecho ver la manera en la que siente una mujer en el mundo de hoy en día" comenzaba Amber D. Nelson, que publicaba en su muro de Facebook el incidente con un pasajero del vuelo donde se encontraba. Al parecer, el hombre adoptó una actitud misógina con un miembro de la tripulación, por lo que la aerolínea decidió pedirle que se bajara del avión. La publicación cuenta con más de 28.000 reacciones y más de 2.000 comentarios.
La mujer cuenta como las azafatas estaban explicando a los pasajeros las normas de seguridad. Como suele ser habitual no se suele prestar mucha atención a esta explicación, pero un hombre hizo que todo cambiara cuando se refirió a una de las azafatas como "oh sexy". El varón se encontraba sentado entre dos mujeres y la pasajera que narra la historia estaba localizada justo delante de él, junto dos mujeres más. Al oir el comentario todas comenzaron a intercambiarse miradas y las dos chicas que iban junto al caballero empezaron a mostrarse incómodas. "Estábamos atrapados en un avión junto con un hombre que claramente le faltó el respeto a las mujeres y nos vio como su entretenimiento" aclaraba Amber D.
Cada mujer que conozco ha tenido que pasar por una experiencia semejante
La azafata, según continúa el relato de la pasajera, se acercó al hombre en cuestión y le pidió que fuera más respetuoso, ante lo que él contestó: "solo estoy jugando contigo". Ante la respuesta, la azafata se reunió con el resto del personal del vuelo, que decidió pedir al pasajero que abandonase el avión.
El resto de los allí presentes aplaudieron la decisión y esta pasajera en cuestión se muestra muy orgullosa de la medida que tomó la compañía, que veló tanto por la comodidad de los pasajeros como por la de su personal.