El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha preguntado por teléfono al presidente ruso, Vladímir Putin, sobre las posibilidades de desbloquear los depósitos de cereales almacenados en los puertos del mar Negro para evitar que el impacto de la guerra en Ucrania afecte a las clases más desfavorecidas.
"El propósito era preguntarle si se podía hacer algo para liberar el cereal que actualmente está almacenado en Ucrania, porque la crisis alimentaria que se avecina y que en algunos países africanos ya está presente tendrá proporciones gigantescas y terribles consecuencias humanitarias", ha afirmado Draghi en una comparecencia ante los medios.
Draghi afirmó que Putin respondió que el desbloqueo de los cereales "no es suficiente para resolver la crisis alimentaria mundial", a lo que le respondió que debe actuar sobre esta materia. Algo que Putin rápidamente quiso cortar con la siguiente afirmación: "Los puertos están minados para evitar que los barcos rusos ataquen a Ucrania". Durante la llamada telefónica, Putin subrayó que "la crisis alimentaria es culpa de las sanciones y que si estas se levantaran, Rusia podría exportar grano".
Garantizar la seguridad alimentaria
La invasión de Ucrania perpetrada por Rusia está amenazando la seguridad alimentaria en todo el mundo, ya que ambos países representan un papel predominante como gigantes exportadores de cereal y fertilizantes, tal y como ha advertido la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, este conflicto está provocando un encarecimiento de los alimentos y la energía. En este marco, Italia está organizando un Diálogo Ministerial con los países mediterráneos para el próximo 8 de junio, en colaboración con la FAO, para comprender las necesidades y esbozar medidas de intervención ante las graves repercusiones de la guerra sobre la seguridad alimentaria, en especial, en el Mediterráneo y África.
Italia también ha presentado un plan en la ONU con el objetivo de "facilitar un diálogo por pasos" entre Ucrania y Rusia porque "no hay paz impuesta", tal y como ha explicado hace una semana el ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio.