A pesar de la creciente hiperexposición en las redes sociales y el incremento de la ciberdelincuencia, un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 44 países de Europa, Asia Central y Canadá, ha revelado que los adolescentes españoles destacan por ser los menos involucrados tanto en la práctica como en la experiencia del ciberacoso.
Concretamente, el estudio, basado en la encuesta escolar Health Behaviour in School-aged Children (HBSC) de la OMS, del año 2021/22, aunque difundido ahora, recoge que el 2% de las niñas y el 5% de los niños españoles de 11 años acosaron cibernéticamente al menos una o dos veces en los últimos dos meses cuando se realizó la encuesta, datos que sitúan a España en el penúltimo lugar, solo por delante de Suiza.
Estas estadísticas revelan una marcada disparidad entre España y el promedio mundial en cuanto al ciberacoso en distintos grupos de edad. Mientras que la media global de ciberacoso en el rango analizado se sitúa en un 10%, España muestra cifras inferiores a esta en los grupos de edad de 13 y 15 años.
En el grupo de 13 años, un 4% de los niños españoles reconocieron haber participado en actos de ciberacoso, mientras que un 3% de las niñas de la misma edad también admitieron hacerlo. En cuanto a la franja de 15 años, la participación en ciberacoso es aún menor, con un 2% tanto para niños como para niñas.
Estos datos son relevantes para comprender la situación del ciberacoso en España en comparación con otros países, y son fundamentales para idear estrategias efectivas destinadas a abordar este problema.
Estas cifras discrepan significativamente de la media de los 44 países, donde la incidencia de ciberacoso reconocido por los adolescentes alcanza el 13% a los 13 años y el 12% a los 15 años.
También los que menos ciberacoso sufren
En cuanto al ciberbullying recibido, España se encuentra en el extremo inferior en las tres franjas de edad examinadas, aunque con una tendencia común: las niñas reportaron haber experimentado más ciberacosoque los niños.
De acuerdo con los datos de la encuesta de la OMS, el 8% de las niñas españolas indicaron haber sido víctimas de ciberacoso al menos una o dos veces en los últimos meses, con un 12% en el grupo de 13 años y un 7% en el grupo de 15 años. En contraste, el 7% de los niños de 11 años, el 8% de los de 13 años y el 3% de los de 15 años admitieron haber experimentado ciberacoso.
En comparación con la media global de la encuesta, que fue del 16% en las franjas de edad de 11 y 13 años, y del 14% en los 15 años, España muestra cifras notoriamente más bajas. En general, el 16% de todos los adolescentes encuestados informaron haber sido víctimas de ciberacoso al menos una o dos veces en los últimos meses, con un 15% en el caso de los niños y un 16% en el de las niñas. Los niveles más altos de ciberacoso fueron reportados por los niños de Bulgaria, Lituania, Polonia y Moldavia, mientras que los niveles más bajos correspondieron a los de España.
Acoso en las aulas
Además de abordar el tema del ciberacoso, la encuesta forma parte de un informe internacional que se lleva a cabo cada cuatro años, con el objetivo principal de obtener una visión global de los estilos de vida de los adolescentes y proporcionar herramientas útiles para el debate sobre la promoción de la salud en esta población.
La encuesta también evaluó el acoso escolar o bullying en las aulas, encontrando que uno de cada diez niños y niñas (11%) informaron haber sido acosados en la escuela al menos dos o tres veces en los últimos meses.
En relación con esto, la prevalencia de victimización por acoso varió ampliamente, desde un 2% entre niños de 15 años en Bélgica y Francia, hasta un 34% entre niños de 11 años en Lituania. Para las niñas, la prevalencia de victimización por acoso osciló entre el 3% entre las de 15 años en Italia, Portugal y España, y el 33% entre las de 13 años en Lituania.
El estudio enfatiza la importancia de observar la situación de los jóvenes y considera la salud como el estado completo de bienestar físico, mental y social, no solo la ausencia de enfermedad. Por esta razón, el cuestionario recopila datos sobre diferentes aspectos, como las relaciones familiares, las relaciones con los pares, el entorno escolar, el ajuste psicológico, la alimentación y la dieta, el consumo de sustancias y la actividad física.