Hubo un tiempo en el que uno de los requisitos fundamentales para considerarte joven era probar el sexo, el alcohol, las drogas y el tabaco por primera vez. Sin embargo, las estadísticas apuntan a que en la ecuación sexo, drogas y rock&roll solo queda el rock, y eso tampoco es seguro.
Los jovenes parecen estar perdiendo el interés en explorar los "placeres" adultos, según afirma el Centro de Control y Prevención de enfermedades en Estados Unidos, que apunta un descenso en el consumo de alcohol y el tabaco entre 1991 y 2017. Las cifras lo dicen claro: los adolescentes consumen ahora un 20% menos de alcohol, un 31% menos de tabaco y un 5% menos de drogas. Y sí, también tienen un 15% menos de sexo.
Pero no solo los adolescentes de Estados Unidos han cambiado su modo de vida, si no que las cifras muestran tendencias muy similares en las conductas de los jóvenes europeos. Mientras en 2002, el 46% de los adolescentes declaraba haber comenzado a beber antes de los 13 años, en 2014 tan solo lo afirmaba el 28%.
En España, sin embargo, este cambio no es tan drástico, ya que si bien el consumo de tabaco entre los adolescentes ha descendido nada menos que un 40%, para el resto de sustancias los datos se mantienen constantes. Además, la frecuencia de las relaciones sexuales también se hunde, ya que el 15% de jóvenes entre 20 y 24 años no tienen pareja sexual desde los 18 años, una cifra que en los años sesenta se situaba tan solo en el 6%.
El móvil, ¿La nueva droga?
Pero, ¿a qué se debe el cambio?. El Experto en Juventud y Sociedad por la UNED, Juan María González-Anleo, reponsabiliza de este cambio de vida entre los adolescentes a dos factores. El primero de ellos es la salud que, según explica, se está convirtiendo en una auténtica religión para los jóvenes en un mundo que cada vez potencia más cuestiones como la vida sana o el 'fitness'. El segundo factor es, como no podía ser de otra forma, las nuevas tecnologías; y es que si de algo se acusa a las nuevas generaciones es de "vivivir enganchadas al móvil". Juan María se refiere a ellas ya como "una adicción" y destaca el peligro del juego y las casas de apuestas.
Además, el experto señala la importancia de las nuevas tecnologías hasta el punto de que los jóvenes han perdido la necesidad de beber para deshinibirse. "La gente seguirá tomando alcohol para pasárselo bien, pero para hacerse más directo, para decir las cosas a lo bestia, para eso ya están las nuevas drogas, que son las aplicaciones y páginas para ligar".