Robert Davison, un padre de 24 años de Rockville, se ha declarado culpable de haber abusado de su bebé, de 10 semanas de edad, hasta matarla.
Inicialmente fue el propio Davison quien avisó a los servicios de emergencia. Cuando estos entraron en el domicilio encontraron al padre de la menor intentado realizarle una maniobra cardiorespiratoria. Según declaró a los agentes, estaba jugando a un videojuego cuando escuchó que Aleah no podía respirar bien. Más tarde cambió su versión de los hechos y afirmó que el bebé se había caído del sofá.
Sin embargo, la autopsia de Aleah revelaba una realidad muy distinta. El informe declaraba que el bebé presentaba una fractura en la clavícula y 34 fracturas en las costillas en "varios estados de curación". Además, encontraron "múltiples lesiones de fuerza contundente", heridas en la cabeza, ojos y columna vertebral. Posteriormente, un antropólogo forense examinaba los huesos de la menor, determinando que había sufrido un trauma severo durante las dos primeras semanas de vida, varias semanas después de esto y justo antes de su muerte. Todos los informes apuntaban al mismo indicio, la menor había fallecido a causa de sufrir abusos sexuales.
Culpable de abuso sexual y asesinato
Tras todos los informes médicos pertinentes, Davison se declaró culpable de abuso sexual de una menor y de abuso infantil en primer grado. Además, a raíz de los traumas encontrados en el cuerpo de la bebé, la fiscalía ha añadido el cargo de asesinato en segundo grado. Por todo ello, se enfrenta a una pena de hasta 50 años de prisión.
El abogado del acusado ha declarado, según The Washington Post, que nunca perpetuó los abusos en busca de satisfacción sexual, pero sí ha reconocido los cargos.
La madre de la víctima se encontraba trabajando en el momento de los hechos, pero también se le imputa un delito de abandono de una menor.
