Adiós a un mítico establecimiento de la dueña de Zara en España. La multinacional Inditex está emprendiendo un importante giro en su modelo de negocio, por el que cierra tiendas en varios puntos del país para reducir su superficie comercial y adaptarse a las nuevas tendencias del sector.
El 'retail' busca adaptarse con estos movimientos al auge del comercio digital. Los consumidores ya no necesitan desplazarse a un establecimiento para adquirir un producto, puesto que tienen a mano internet, y esto ha disparado a algunos competidores como Zalando, Shein o Amazon.
Inditex sigue ahora un plan que también están ejecutando empresas como el Grupo El Corte Inglés con sus filiales de centros comerciales El Corte Inglés, Outlet El Corte Inglés o Sfera. Pero también multinacionales extranjeras como H&M, Forever 21 o la española Cortefiel.
El objetivo es reducir el número de tiendas y centrar las ubicaciones de los establecimientos en puntos turísticos y de amplio tránsito, primando un modelo de experiencias que convierta las tiendas en puntos de atracción por su formato más visual o sus particularidades.
Cierre de Inditex en España: clausura un establecimiento con más de 25 años de historia
En el marco de esta política, la dueña de Zara, la multinacional Inditex, ha anunciado el cierre de su emblemático establecimiento de Stradivarius en la calle Pelai, 30 de Barcelona. Se trata de una tienda que llevaba en funcionamiento desde 1999, contaba con 800 metros cuadrados y dos plantas de superficie.

La tienda contaba con más de dos décadas de historia, pero se sitúa ahora fuera de su modelo de negocio. En pleno giro de estrategia comercial, Inditex prefiere primar su presencia solo en localizaciones premium, como Passeig de Gràcia o el Portal de l'Àngel.
El objetivo de los establecimientos que sobrevivan al giro del grupo es que sean tiendas no solo destinadas a la venta, sino que también funcionen como centros de experiencia omnicanal, integrando tecnologías de gestión de stock en tiempo real, recogida y devolución de pedidos online y la consolidación de nuevas formas de interacción con los clientes.
En el marco de esta política, Inditex también ha desaparecido en la práctica de varias provincias de España, con un fuerte plan de cierres en Castilla y León que ha afectado a algunos territorios como Segovia, Burgos o León. La clausura de tiendas busca fomentar de este modo la venta digital, el único medio para muchos clientes que pierden ahora su contacto con la multinacional gallega.
Con todos estos movimientos, Inditex busca adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, que priman el canal digital y reducen la presencia comercial a puntos estratégicos que sirvan para crear conexión emocional con el cliente y mostrar un stock de productos que después pueden adquirir por internet.