Adiós a Starbucks como lo conocemos. La multinacional de las cafeterías se ha posicionado entre los clientes por el atractivo aspecto de sus locales y una cuidada imagen de marca, pero ahora ha emprendido un cambio de rumbo con un giro de 180 grados en su modelo.
La firma quiere mejorar la rentabilidad y, en este proceso, ha anunciado un fuerte recorte en sus establecimientos. Se trata de su menú, que será reducido en un 30%, afectando a su oferta de bebida y comida, antes de que termine su ejercicio fiscal, en septiembre, según ha anunciado el CEO de la empresa, Brian Niccol, ante sus inversores durante la presentación de resultados. Además, ya no se permitirá que los comensales permanezcan en el establecimiento sin consumir, una práctica hasta ahora habitual.
"Hemos estado centrados en simplificar nuestro menú para que nuestros socios tengan éxito, mejorar la coherencia, impulsar la satisfacción del cliente y fortalecer nuestra rentabilidad", ha expresado Niccol, que ha defendido una estrategia enfocada a optimizar el servicio en sus establecimientos.
"Como parte de este trabajo, realizamos algunas simplificaciones tardías en nuestra línea de productos navideños y creemos que aún tenemos margen de mejora mientras seguimos un proceso disciplinado para innovar y lanzar al mercado menos productos, pero mejores, que reflejen nuestro posicionamiento premium", ha continuado explicando.
Giro en el modelo de negocio
Estos cambios se enmarcan en un giro en el modelo de negocio en el que se quiere involucrar a toda la estructura de la empresa. La sede central de la compañía continuará colaborando con sus socios a pie de calle para desarrollar nuevas líneas de producto atendiendo a las preferencias de los consumidores. Además, lanzará nuevas ofertas enfocadas en cada región.
El nuevo CEO de la empresa quiere regresar a la antigua versión de Starbucks, con mayor personalidad y sencillez en su carta, para revertir la caída en ventas y mejorar la reputación de la cadena. La firma también quiere reducir los tiempos de espera en los establecimientos y mejorar su personalidad.
Entre otras políticas, se incluye eliminar el recargo por la leche vegetal, el regreso de los mensajes escritos a mano en los vasos o la instalación de una decoración más cómoda, que ha recibido el apoyo del antiguo CEO de la compañía, Howard Schultz.
Los movimientos que hasta ahora ha desarrollado Brian Niccol en la compañía, en la que lleva al frente desde septiembre de 2024, parecen estar generando buenas sensaciones entre los clientes. Los resultados del primer trimestre han superado las expectativas a pesar de la caída en las ventas, y las acciones han subido más de un 10% durante el último mes.
